Las músicas tradicionales siempre han estado vinculadas al ciclo vital, incluso en el momento final de la muerte, como el caso que mostramos del entierro el 8 de enero de 2014 de Juan Botía García, Juan el Yescas (1928-2014), músico y animero de La Encarnación (Caravaca, Murcia, España), y que durante muchos años tocó también con los Aguilanderos de la cercana población de Barranda (Caravaca, Murcia), como se puede ver en otro vídeo de esta colección:
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Juan el Yescas, personaje de orígenes modestos, era hijo y nieto de jornaleros de La Encarnación y su madre procedía de La Copa de Bullas. Tras la dura Guerra Civil murió su padre y desde muy joven ejerció también de jornalero, espartero, recolector de romero para esencias, y cualquier oficio, por duro que fuera, que ayudara a subsistir. Desde muy joven se aficionó a la música, consiguiendo arreglar una vieja guitarra que le regalaron, y a pesar de la oposición materna (por el largo luto de la época), aprendió a tocar con el Tío Alfonso el Tuerto y con otros músicas que, según contaba, habían traído tres curas hermanos desde Lorca (Murcia, España), tras el apagón musical que supuso la guerra. Y tocó mucho allá donde iba, con gentes de distintas procedencias, conformando la manera peculiar de interpretar las músicas tradicionales que le caracterizó, incluyendo las variaciones o "falsos" (según él les llamaba) de esos ritmos, y aprendió a bailar los bailes sueltos. Y también se hizo animero, efectuando los rituales propios de las cuadrillas de animeros con la cuadrilla de su localidad, participando en bailes de puja y recorridos petitorios. Y así hizo de la música su diversión preferida, y por ella hacía kilómetros caminando de acá para allá buscando los bailes tras las duras jornadas de trabajo, lo que le suponía dormir poco o nada con tal de disfrutar de la fiesta. Se echó novia, pero para el arreglo ya le puso como condición que la música era lo primero. Y luego marchó por primera vez fuera de Caravaca a la mili a Valencia (donde le forzaron a hacer la comunión, que no había hecho por la guerra). A la vuelta emigró a Barcelona, donde trabajó construyendo un pantano, y regresó con ahorros para poder casarse decentemente sin tener que llevarse a la novia (práctica común en la época de fugarse con la novia para evitar los gastos de la boda). Se empleó como guarda de fincas, pero optó por marchar a Francia para ganar algo más que para la comida, trabajando en repoblar montes en la Costa Azul y en los manzanos y la vendimia, y al volver de Francia fue encargado de finca y de riegos durante muchos años, destacando por su habilidad para alinear plantaciones de árboles. Entre estos años nacieron sus tres hijos, y a trancas y barrancas no dejó la música, hasta que llegó la época del renacimiento de las cuadrillas y sus músicas tras la Transición política, apareciendo Radio Nacional, que grabó a comienzos de los años de 1980 a la cuadrilla de La Encarnación, cantando y tocando Yescas. Y cuando flojeó la música en su pueblo, empezó a tocar con los Aguilanderos de Barranda, con los que realizó numerosas salidas, incluyendo una actuación en la Expo'92 de Sevilla, donde una divertida anécdota (de entre las muchas que salpican su vida) cuenta que Yescas llegó a "perderse" durante unas horas acompañando a un motero desconocido que se prestó a enseñarle la ciudad. Fruto de esta colaboración con Barranda, allí le llegaron a homenajear con su foto en el cartel de la Fiesta de las Cuadrillas de 2001. Y con achaques le llegó la vejez, pero siempre amante de la libertad y sin perder sus ganas de vivir y de fiesta, de tal manera que pocos días antes de morir, estando en el hospital y ante la sorpresa de los médicos, todavía tuvo fuerzas para tocar y cantar con los músicos de Barranda que habían acudido al centro hospitalario. Poco después, y a petición previa suya, estos mismos músicos y algún acompañante tocaron durante su entierro, como se puede ver en el vídeo inserto en la Colección Memorias de la Tradición
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de manera emocionante y emocionada su pieza preferida, la malagueña cifrá. Genio y figura.
Al cante figuran, entre otros, Carlos Manuel Salcedo, Juan Álvarez el Banana, Manuel Luna y Miguel Ángel Romo "Cata".
Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez.
Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA
En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general:
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Correo electrónico:
memoriasdelatradicion@gmail.com
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