En la primera entrega del Informe de la Cuenta Pública 2022, la diputada Inés Parra espetó al Auditor Superior de la Federación, "Destape la corrupción". Y la diputada María Elena Pérez-Jaen, aseveró "se hace de la vista gorda ante la corrupción" (en referencia al Auditor Superior).

Pero que haya reculado en el cálculo del costo del Aeropuerto de Texcoco o sus excesos en remodelar su despacho, o comer con un coordinador de diputados, no motivó importantes protestas.
Como tampoco ha originado en el Congreso examinar si las justificaciones permanentes de la ASF se han convertido en la tapadera, no de la corrupción, sino del fracaso del entramado legal anticorrupción.

Por ello no fue un error aceptar el "error metodológico". Porque error, es no vivir bien de la auditoría.

Por esto se minimizó el "error metodológico" y la comida, porque así se minimizó la independencia de la Fiscalización.

Y de nueva cuenta los diputados acusarán al Auditor Superior de ser tapadera de la corrupción. Pero finalmente la ASF se justificará otra vez.

Y de nuevo volverán las acusaciones. Y también los medios en la ingenuidad preguntarán sobre su imparcialidad.

Pero lo cierto es que no se pone en la agenda legislativa la indeterminación de la auditoría en los hechos de corrupción.

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