Los sentimientos depresivos y un rechazo o un temor a las interacciones sociales suelen condicionar la aparición de otras patologías asociadas al TDAH.

El Dr. Sergio Oliveros se licenció en Medicina y Cirugía con Sobresaliente y se doctoró calificación cum laude por la Universidad Autónoma de Madrid. Durante su carrera se ha especializado en trastorno borderline de personalidad, trastorno bipolar, psiquiatría dual, con especial foco en el TDAH comórbido del adulto, entre otros. En la actualidad, dirige su propia clínica , Grupo Dr. Oliveros, en Madrid.

Transcripción del vídeo:
Si el niño no es tratado en la infancia, la aparición de patología mental en el adulto afecta casi al 90%. Cuando hemos tratado al niño en la infancia debidamente, esa incidencia se reduce al 60%. Por lo tanto, es absolutamente imperativo y es obligatorio tratar a estos niños. Nadie les le negaría unas gafas a un paciente con miopía o no le negaría un audífono a un paciente con una hipoacusia. Sin embargo, hoy, aún hoy, estamos privando de medicación adecuada a estos niños y, lo que es peor, condicionando una historia en el adulto de muchísimo peor pronóstico.

La patología más frecuente en el adulto en estos sujetos es el abuso de sustancias. Son sobre todo en la adolescencia. Empiezan a probar distintas sustancias en una forma de automedicación silvestre, es decir, van probando distintos fármacos, entre comillas, y utilizan al final el que les viene mejor. Por eso utilizan mucho el cannabis y el alcohol, porque les seda, les deja mucho menos hipercinéticos. Y también es frecuente el uso de cocaína y metanfetamina, que produce en estos pacientes el mismo efecto que los fármacos. Es decir, les serena, les centra la atención y no tiene el efecto euforogénico e hiperactividad que tienen en la población general. Son también frecuentes los rasgos límite atenuados, es decir, son pacientes, inestables, impulsivos, pero no tienen intentos de suicidio, no tienen ideas de suicidio, no tienen sentimientos de desgarro interno como tiene el paciente borderline normal. Sería una forma, como decimos, benigna, de trastorno borderline. Es muy importante, cuando tengamos un paciente borderline, que no es típico sospechar que pueda tener un TDH. Es también frecuente la aparición de distimia y fobia social en relación con la falta de comprensión que han tenido por parte de los padres que les han tratado como tontos, como vagos por parte de los profesores, por parte incluso de los compañeros de colegio. Y han hecho eso sentimientos depresivos y un rechazo o un temor a las interacciones sociales. También es frecuente que la personalidad obsesiva y el TOC que se piensa que podría ser una forma de compensación que desarrollan estos niños a la hora de manejar su inestabilidad o su falta de atención.

En todos los casos, el tratamiento del TDAH primario mejora muchísimo la sintomatología del trastorno secundario, de la fobia social, de la distimia, del trastorno borderline, etcétera. Y es más, si tratamos el trastorno secundario sin tratar el TDAH, casi nunca se obtiene una remisión completa del cuadro. Es, por ejemplo, muy típico esto en las adicciones cuando un paciente es muy recidivante o en acciones comportamentales de compras, de sexo, de porno, etcétera; casi siempre lo que subyace es un TDH y tratarlo mejora muchísimo el cuadro secundario. Visto todo esto, insistimos en lo importantísimo que es tratar el TDAH tanto en la infancia como en la etapa adulta, porque es algo que va a mejorar muchísimo la calidad de vida de un porcentaje altísimo de la población. Hablamos en torno a un 10% 15% de la población de adultos que puedan estar afectados por el trastorno y que no saben nada de él, ni del trastorno ni que tenga tratamiento. Es importante que nosotros actuemos.

¿Tienes más dudas sobre el TDAH? Consulta al Dr. Sergio Oliveros Calvo:
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