La iglesia del Corpus Christi en Salamanca es un edificio histórico con una rica herencia cultural. Fundada en el siglo XVI por Don Cristóbal Suárez de Acebo, tesorero de Carlos I, y su esposa Doña Juana de Solís, esta iglesia es lo único que queda del antiguo convento de monjas franciscanas (clarisas) que fue derribado en los años setenta.

La fachada de la iglesia es de estilo plateresco y conserva los escudos de los fundadores, medallones de santas mártires y motivos florales. En el interior, destaca la Capilla Mayor con sus recargados retablos del siglo XVIII, que incluyen estípites y esculturas en las hornacinas. Entre las esculturas, sobresale una de San Sebastián, fechada a finales del siglo XVI.

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