Por un lado, las células haploides poseen únicamente un cromosoma en su información genética. Estas células tienen su origen en el proceso de la mitosis o meiosis y suelen encargarse de la función reproductiva, como ocurre con los espermatozoides o los óvulos de las criaturas mamíferas. Por otro lado, las células diploides son las que contienen un par de cromosomas. Este tipo de células tienen una menor probabilidad de sufrir mutaciones perjudiciales, perteneciendo así la inmensa mayoría de las células normales a este tipo.
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Créditos: www.flaticon.com
