El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció que el sistema antiaéreo ruso estaba activo cuando un avión de Azerbaijan Airlines, con 67 personas a bordo, se estrelló el miércoles en Kazajistán, causando 38 muertos. Putin expresó sus condolencias al presidente azerbaiyano Ilham Aliev, lamentando "este trágico incidente en espacio aéreo ruso."
Aunque no se confirmó si el avión fue alcanzado por misiles, el hecho ha generado tensiones y pedidos de una investigación internacional. El Embraer 190 cubría la ruta Bakú-Grozni y trataba de aterrizar en Grozni, Chechenia. Según el Kremlin, en ese momento, Grozni y otras ciudades estaban bajo ataque de drones, lo que activó defensas aéreas.
Ilham Aliev señaló que el avión sufrió "interferencia física externa", mencionando daños visibles en el fuselaje y testimonios que respaldan esta versión. A pesar de no asumir responsabilidad directa, Putin reiteró sus condolencias.
El Kremlin evitó responder a comentarios de la Casa Blanca y expertos que sugieren que los daños coinciden con misiles antiaéreos. La vicepresidenta de la Unión Europea, Kaja Kallas, pidió una investigación independiente, comparando el incidente con el vuelo MH17 de Malaysian Airlines en 2014.
De los 67 ocupantes, 38 murieron y los sobrevivientes fueron hospitalizados en Kazajistán y Rusia. Autoridades analizan las cajas negras para esclarecer las causas. El Comité de Aviación de Kazajistán indicó patrones de explosión en el aire, pero no ha emitido conclusiones definitivas.
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