Un Estadio Centenario versión 2030 - 310818
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- Proyectado por el Estudio de Arquitectos de Roberto Santomauro (arqrs) y Javier Olascoaga (O-S) junto con especialistas en estructuras de grandes dimensiones a nivel mundial.
- La imagen propuesta, cuya concreción supone un desafío ingenieril y arquitectónico relevante, contribuye a resignificar el carácter emblemático del Estadio Centenario, ubicándolo entre los Estadios más avanzados a nivel global.

- El Estadio Centenario, obra emblemática del Arquitecto Juan Antonio Scasso construida en 1930, fue sede del Primer Campeonato Mundial de Fútbol, y es el único Monumento Histórico del Fútbol Mundial.
- Actualmente, al deterioro producto del paso del tiempo, se suma el desajuste entre las comodidades que brinda el edificio tal como fue concebido hace más de ochenta años y los requerimientos actuales de este tipo de escenarios.
- Esto supone la necesidad de realizar obras para solucionar estos inconvenientes, actualizando el Estadio en términos urbanos, funcionales y simbólicos de forma de poder acoger espectáculos deportivos, artísticos y demás eventos con prestaciones acordes a las exigencias contemporáneas.
- La perspectiva de la posible designación de Uruguay como una de las sedes del Campeonato Mundial de Fútbol 2030, al cumplirse un siglo del primer Mundial y de la existencia del Estadio Centenario determina que esta renovación sea ineludible.
- Dada su presencia en la ciudad de Montevideo, en el marco del Parque José Batlle y Ordóñez, la renovación del Estadio Centenario implica también (y es una oportunidad en este sentido), un proceso de renovación de la totalidad del Parque Batlle.
- Los objetivos de la propuesta son los siguientes:
1. Desde el punto de vista urbano, renovar el Parque Batlle, lo que supone el objetivo de remover las construcciones e instalaciones de privados que no aportan al uso colectivo y degradan visualmente el espacio.
Implica además dotar al Estadio Centenario de áreas de acceso y estacionamiento que acordes a la afluencia de público prevista, y la reconfiguración paisajística de las áreas intervenidas, resignificando la relación del Estadio Centenario y el Parque con la ciudad.
2. Recuperar la estructura original del Estadio, solucionando los problemas de deterioro actual
3. Renovar el campo de juego.
4. Modernizar y ampliar los espacios para el público de acuerdo a las exigencias actuales de FIFA, lo que incluye el techado de las tribunas.
5. Modernizar y reorganizar las áreas de apoyo (vestuarios, áreas deportivas, áreas médicas, cabinas de transmisión, oficinas, etc) y las instalaciones (pantallas y demás elementos de comunicación, instalaciones de seguridad, riego, drenajes, etc).
6. Incorporar nuevas áreas, en función de las exigencias contemporáneas (palcos vip, áreas de prensa, áreas comerciales, espacios de reunión y para eventos, nueva sede del Museo del Fútbol, accesos y estacionamientos para delegaciones, etc)
7. Acondicionar el entorno inmediato para posibilitar la circulación fluida y el cómodo acceso al escenario.

Para alcanzar estos objetivos, el proyecto se desarrolla a partir de tres premisas fundamentales:
1. Preservar el la espacialidad interior del Estadio
2. Preservar la visión de la envolvente original, sobre todo de la fachada que cierra la tribuna Olímpica
3. Destacar compositivamente la Torre de los Homenajes, que forma parte del Patrimonio Histórico de la Ciudad de Montevideo.

En función de los conceptos planteados anteriormente, la propuesta se conforma con los siguientes elementos:
- Una plataforma horizontal que a partir del nivel exterior frente a la Torre de los Homenajes, genera un área de circunvalación peatonal que deviene en plaza urbana frente a la Tribuna América, con vista al Parque.
Esta plataforma articula el vínculo del volumen básicamente cilíndrico del Estadio con la topografía del Parque, y bajo la misma se ubican parte de las nuevas áreas que se prevé incorporar.
- Una cubierta para las tribunas, que se conforma a partir de dos arcos paralelos y levemente inclinados, desarrollados a partir del eje determinado por la Torre de los Homenajes.
Estos arcos, conjuntamente con un anillo perimetral exento, soportan una cubierta colgante de membrana de PTFE, de excelente comportamiento lumínico tanto de día como de noche, mediante una estructura de cables.
El conjunto estructural de arcos, anillo y cubierta se ordenan en función de la Torre de los Homenajes e interactúan con esta desde el punto de vista compositivo y plástico.

La imagen propuesta, cuya concreción supone un desafío ingenieril y arquitectónico relevante, contribuye a resignificar el carácter emblemático del Estadio Centenario, ubicándolo entre los Estadios más avanzados a nivel global.

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