Alcañiz, la ciudad más mediterránea de Aragón, ha sido y es el nexo de unión entre el Valle del Ebro y Levante Mediterráneo. Lo que hoy es y el propio nombre de la ciudad se lo debe a íberos, romanos, árabes y cristianos. El castillo, seña de identidad, lo debe a su pasado ligado a la Orden de Calatrava. Una ciudad bañada por las aguas del Guadalope y con enclaves tan singulares como Las Saladas y La Estanca. En el casco urbano, la Lonja, compone una llamativa conjunción junto al Ayuntamiento de gótico con renacimiento unido a la torre de Santa María La Mayor.
Gentes acogedoras, cordiales y hospitalarias que llevan por bandera pertenecer a una ciudad cuna de grandes humanistas, y escenario de la firma de la Concordia en 1412. Un legado que conocieron los entonces príncipes de Asturias con una visita de aniversario de aquella firma.
El máximo esplendor de Alcañiz se produjo en el Siglo de Oro. Con altibajos a lo largo de los siglos la ciudad siempre se ha levantado. Hoy, guarda la esencia que hizo grandes a los alcañizanos y se apoya en sus costumbres para alcanzar el progreso.
Al siglo 18 deben que Alcañiz también se saboree. Actualmente, a la Denominación de Origen Aceite del Bajo Aragón se suma la del Melocotón. Varias cooperativas salpican el término municipal especialmente en Valmuel y Puigmoreno.
El nombre de Alcañiz también está ligado a las carreras del Circuito Urbano Guadalope y a Motorland Aragón. En 2010 volvió a escribir su nombre con letras de oro al convertirse en circuito del Gran Premio de Motociclismo.
La ciudad cobra vida cada invierno en la calle con la Cabalgata de Reyes y los Carnavales. En el teatro municipal, con el Ciclo de Otoño de Teatro y El Mes de la Comedia. Las Ferias, como la del Vehículo Clásico, son otra de las señas de identidad.
La transición a la primavera es la Semana Santa. Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2014, es la semana más alcañizana del año integrada en la Ruta del Tambor y del Bombo.
Cada 23 de abril, día de San Jorge, la plaza de España es testigo del multitudinario acto del Vencimiento del Dragón. El centro se convierte en un Mercado Medieval antes de que la ciudad pase sus veranos en Pui Pinos con el Festival del Castillo y el cine de verano.
Alcañiz recibe septiembre, el mes de Moto GP, con un estallido de fiestas en honor a Nuestra Señora La Virgen de los Pueyos y el Ángel Custodio.
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