Las Oraciones de Consolación a Jesucristo Agonizante son el segundo componente de la Devoción a la Preciosa Sangre de Cristo y le fue entregado a Bernabé Nwoye el 23 de junio de 1997. Estas oraciones son específicamente dirigidas al Padre Eterno y a su Hijo por las ingratitudes del mundo, las blasfemias y negligencias a la Preciosa Sangre, que tiene lugar en la Iglesia, en nuestras vidas, y en la sociedad en general. 


PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A QUIENES DEVOTAMENTE RECEN LAS ORACIONES DE CONSOLACIÓN Y ADORACIÓN. 

* Hijos Míos, Yo prometo proteger contra los ataques del mal, a quien devotamente Me consuele y adore con estas oraciones. No morirá de muerte súbita. No será quemado por el fuego.

* Hijos Míos, Yo prometo proteger contra los ataques de los espíritus malignos a quien devotamente Me consuele y adore.

* Cualquier soldado que rece esta oración antes de entrar al campo de batalla, no será derrotado. Ninguna bala tendrá efecto sobre él.

* Si se reza esta oración por una mujer en labores de parto, sus dolores serán disminuidos. La mujer que devotamente rece esta oración, tendrá un parto seguro.

* Pongan esta oración sobre la cabeza de cualquier niño perturbado por los malos espíritus. Mis Querubines lo protegerán.

* Yo prometo proteger a las familias de los efectos de los rayos y truenos, y la casa donde esté esta oración, será protegida de las tormentas.

* Si esta oración se reza ante un moribundo, Yo prometo que su alma no se perderá.

* Cualquier pecador que Me consuele y adore a través de esta oración, obtendrá la conversión.

* Yo prometo proteger con Mi Preciosa Sangre y esconder dentro de Mis Llagas, a todos los que Me consuelen y adoren. El veneno no tendrá efecto sobre ellos. Yo guardaré sus cinco sentidos.

* Yo prometo bautizar a los niños abortados que son asesinados diariamente en el mundo, y conceder un profundo arrepentimiento y contrición en los corazones de sus padres, a través del poder de Mi Preciosa Sangre.

* Todos los que devotamente Me consuelen y adoren con esta oración hasta su muerte, se unirán a los Ejércitos y Coros Celestiales. Les concederé la Estrella de la Mañana.

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