En un momento tenso dentro de la arena política mexicana, el diputado Gerardo Fernández Noroña protagonizó un incidente durante una sesión pública al quitarle el micrófono a la senadora Lilly Téllez. El motivo: evitar que la legisladora hablara sobre las acusaciones de corrupción dentro de Morena. La acción de Noroña fue vista por muchos como un intento de silenciar la denuncia de Téllez, quien ha sido una de las voces más críticas contra las prácticas dentro del partido oficialista, especialmente en lo que respecta a presuntos casos de corrupción.
Durante la sesión, Téllez intentaba exponer su postura sobre la corrupción dentro de Morena, cuando Noroña interrumpió su intervención de forma abrupta, retirándole el micrófono para que no continuara con sus señalamientos. Este incidente ha generado fuertes reacciones, tanto de los seguidores de Morena como de los opositores, quienes ven en este acto una demostración de censura y control dentro del partido.
El episodio resalta la creciente polarización política en México, donde las discusiones sobre corrupción y transparencia se están volviendo cada vez más intensas. Mientras que los morenistas defienden a su partido, los opositores continúan denunciando lo que consideran actos de impunidad. Este incidente es solo una muestra más de cómo la política en México está siendo marcada por enfrentamientos directos y tácticas agresivas para controlar la narrativa.
