Morbid Angel son una de las fuerzas más imbatibles en el género del Death Metal. Eso es una realidad, desde que en 1989 debutasen con esa pieza magna de la agresión, el riffeo devastador y la locura, que fue Altars of Madness. Desde entonces, la formación de Trey Azaghtoth ha editado discazos, ha conocido los escenarios del planeta entero y ha plantado cara a miles de rivales y enemigos clónicosque les han ido apareciendo por el camino. Steve Tucker (ex-Internicine) se hizo con el doble cargo y se sumó al viaje de la banda entregando dos ilustres trabajos, como fueron Formulas Fatal to the Flesh y Gateways to Annihilation. La formación, por aquel entonces, quedaba realmente dañada, pues Trey Azaghtoth se quedaba solo, junto a su fiel Pete Sandoval ,el hijo más perfeccionado de la era Dave Lombardo y sin guitarrista vocalista-bajista, pues Steve Tucker les había dejado tirados en pleno tour. Llegó a plantearse Trey la idea de tomar las riendas de la voz, pero una llamada del mismo Steve Tucker, pidiendo perdón y clamando de nuevo por su puesto, volvió a poner las cosas en su sitio. Tucker había pasado por un infierno personal de drogas y adicciones, pero tenía claro que un regalo, como era tocar con una de sus bandas más adoradas, no podía ser rechazado. Stricken Arise más Death rapidísimo, con mucho blast beat y mucho riffeo cortante y con esos tempos de infarto, que cada vez que Morbid graban, acaban estampando por todos los surcos del trabajo. Desde luego, la banda está furiosa y lo demuestra. El Death Metal es crudo y rudo, pero también es técnico y no conoce la misericordia, y nadie como Morbid Angel para demostrarlo.
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