Activistas ambientales liderados por indígenas se manifestaron la semana pasada frente a la Casa Blanca para exigirle al presidente Biden que detenga el transporte de petróleo a través del oleoducto Dakota Access.
Esto ocurre al tiempo que la Comisión Federal Reguladora de Energía de Estados Unidos ha autorizado la puesta en marcha del cuestionado gasoducto Mountain Valley. El gasoducto, de alrededor de 480 kilómetros de largo, transportará diariamente más de 56 millones de metros cúbicos de gas extraído mediante fracturación hidráulica a través de los estados de Virginia y Virginia Occidental, a pesar de la firme oposición de las comunidades locales y organizaciones ambientalistas.
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