Hoy, Feijóo se encuentra sometido a fuertes presiones, enfrentando un contexto político complejo. En su "país imaginario", según sus adversarios, ETA sigue existiendo, manteniendo un discurso que no se corresponde con la realidad actual de España.
En un reciente debate, Iñigo Errejón comenzó su intervención en valenciano, aprovechando para felicitar a la Comunidad Valenciana en su día. A partir de ahí, lanzó un desafío directo a las políticas de la derecha en la región. La discusión se centró en temas sensibles como la migración, un asunto que ha sido utilizado para generar miedo y desconfianza en la sociedad. Según Errejón, la maquinaria del miedo, promovida por figuras como Abascal, intenta dividir a la sociedad utilizando el color de piel como argumento. Sin embargo, destacó que esa misma indignación no se ve cuando se trata de ciertos empresarios en Murcia.
Errejón criticó al PP por romper de manera irresponsable las negociaciones en cuestiones clave, al tiempo que agradeció a Sánchez por su fortaleza en el gobierno. Resaltó que la llegada de refugiados ucranianos no generó la misma reacción negativa que la de migrantes de otras procedencias, debido a factores como el color de piel, insinuando un doble rasero en las políticas de acogida. “Quieren hacer negocio con el odio”, afirmó, y denunció que, mientras acusan a la izquierda de querer huir de los problemas, ellos mismos enfrentan los desafíos de frente.
Errejón recordó un caso en Valladolid, donde migrantes trabajaban en condiciones precarias durante 10 horas al día, criticando a quienes se fijan en detalles insignificantes como la pulsera que llevaban en la muñeca, en lugar de preocuparse por las condiciones laborales. Concluyó que su objetivo no es fomentar un ambiente de miedo y clandestinidad, sino promover la regularización del trabajo migrante para luchar contra el racismo y la discriminación.
En la recta final del debate, Errejón aprovechó para reflexionar sobre el estado de la política en España: “Estos debates a veces elevan el tono, los insultos inundan la cámara, pero debajo de todo eso hay una realidad. España ha vuelto a discutir sobre la vivienda, los permisos, la salud mental, y la mejora del poder adquisitivo de las familias”. Resaltó que nadie esperaba que la situación actual fuera tan difícil, pero se mostró orgulloso de su papel dentro del gobierno de coalición, consciente de las limitaciones y del poder de veto que enfrentan.
Errejón también hizo referencia al reciente giro en el discurso del PP, que parecía haberse movido hacia posturas más sociales. Sin embargo, según él, la actitud de Feijóo sigue marcada por una visión conservadora y alejada de los problemas reales del país.
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