Ya quedó en firme el decreto presidencial que da facultad a la Policía para decomisar la llamada dosis mínima de droga, es decir, que a partir de ahora las autoridades tendrán la potestad de confiscar y destruir sustancias psicoactivas que encuentren durante las requisas realizadas en las calles. En caso de hallar cantidades mayores a lo permitido por la ley el ciudadano podrá ser judicializado por tráfico de estupefacientes. Sectores de oposición ven esta medida como un retroceso en materia de salud pública que estaría violando las libertades individuales.

De acuerdo con el presidente de Colombia, Iván Duque, el decreto prohíbe el porte de cualquier cantidad de drogas alucinógenas como marihuana o cocaína y sus derivados en espacios públicos al amparo del Código de Policía.

“No se trata de llevar a la cárcel al consumidor, se trata de quitarle la dosis y destruirla”, indicó Duque al firmar el decreto.

Por su parte la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, fue enfática en afirmar que con la medida los consumidores no se llevaran a la cárcel. Y aclaró que es un instrumento para autorizar a la Policía a “decomisar y destruir la droga que se le encuentre a cualquier persona”.

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