Planeta Libre / La Belle Verte
Coline Serreau Francia 1996
La Bella Ecologista, conocida en español como Planeta Libre, me hizo preguntarme: ¿cómo es que nunca oí hablar de esta película? ¿Le gustará a mi familia?
No debí preocuparme: les encantó.
Pero, ¿es realmente ciencia ficción?
No siempre es posible distinguir fantasía de ficción; por ejemplo, la premisa de la Guerra de las Galaxias, con su princesa y sus batallas entre mundos, me recuerda mucho la Historia Verdadera, escrita por Luciano de Samosata hace 1800 años en el Imperio Romano. Y al igual que la bucólica sociedad de la viajera de Planeta Libre, estrenada hace 20 años, Abdul el Pescador visita una sociedad en armonía con su ecosistema, que desconoce el dinero, ama sin ataduras e insiste en la tolerancia, y esto ocurre en Las Mil y Una Noches, adelantándose casi un milenio a la película. Así, esta producción francesa podría ser simplemente un cuento fantasioso, una parábola sobre los males de nuestra civilización, hoy martirizada por los males ecológicos y el terrorismo islámico. Pero, oculta entre tantos subtemas, hay una frase clave: "ajustamos nuestra población a las cosechas", justo allí está la razón de que reseñemos Planeta Libre en Del Tubo a la Lata.
La ecología, que es el estudio de las relaciones entre organismos y ambiente, está llena de tragedias causadas por desequilibrios ecológicos -y no solo entre animales salvajes- también ciudades como Babilonia y Angkor What fueron víctimas de poblaciones que excedieron la capacidad ambiental.
Planeta Libre es un llamado a mirar con ojos nuevos los males que nos rodean y que, por la costumbre, ya no notamos; va más allá de lo ambiental, criticando también nuestra natural tendencia a engañar, agredir y desperdiciar. Cuando se hizo, no eran comunes los teléfonos celulares, pero la película critica que desde esa época la televisión, los juegos y los audífonos aislaban a las personas, y esta predicción me devuelve a la primera pregunta: tal vez nunca oí hablar de esta interesante película debido a que, como dijo su directora Coline Serreau en una entrevista de 1999, "no gustó porque estaba muy adelantada a su época". Ahora, finalmente, la hemos alcanzado.
