El 23 de marzo de cada año, se celebra el Día Meteorológico Mundial. Esta fecha, se estableció para conmemorar la puesta en marcha en 1950, del Convenio Marco de las Naciones Unidas, para la creación de la Organización Meteorológica Mundial, conocida en el mundo hispanohablante como la OMM. Es el organismo portavoz autorizado del sistema de las Naciones Unidas, en todo lo concerniente al estado y el comportamiento de la atmósfera; su interacción con la tierra y los océanos; el tiempo atmosférico, el clima, y el agua. El tiempo atmosférico, el clima, y el ciclo del agua, no entienden de fronteras nacionales. La cooperación internacional a escala mundial es esencial para el desarrollo de la meteorología y la hidrología operativa y para poder aprovechar los beneficios de su aplicación. La OMM establece el marco para que sus 193 Estados y Territorios Miembros puedan poner en práctica esa cooperación internacional. La OMM, contribuye eficazmente a la seguridad y el bienestar de la humanidad, al fomentar la colaboración entre sus miembros, y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales; impulsando la aplicación de la meteorología y la hidrología en ámbitos sociales, económicos, y para la protección del medio ambiente. Las predicciones climáticas y meteorológicas, ayudan a impulsar la producción alimentaria y nos acercan al hambre cero. La integración de la epidemiología y la información climática, ayuda a comprender y gestionar las enfermedades sensibles al clima. Los sistemas de alerta temprana, contribuyen a reducir la pobreza, porque dan a la población la oportunidad de prepararse y limitar el impacto de los fenómenos meteorológicos severos.

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