Red Bull Racing tiene un problema mayor de lo que el mundo exterior piensa. Esto es lo que dice Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, quien cree que se debe principalmente a Max Verstappen que el mayor problema del equipo no resultó fatal en 2024 y solo surgió la temporada pasada.
En conversación con Motorsport.com, Horner afirma que los problemas en Red Bull ahora son más claros para el mundo exterior han entrado en escena, porque ahora también empiezan a destacarse los peores resultados.
Sin embargo, según Horner, ya comenzó en 2023. "Creo que ahora se nota más. Creo que ya tuvimos las señales necesarias el año pasado [2023] y este año es más notable. El problema fue que teníamos que ganar 23 carreras y eso enmascaró muchos de los problemas".
Helmut Marko, asesor de Red Bull Racing, ya afirmó que existe un problema de correlación entre lo que se puede ver en la simulación y lo que la realidad muestra en la pista. Horner afirma que esto es un problema, pero Red Bull aún no sabe cómo ni por qué: "Es algo que estamos analizando y debemos comprender. Hay muchísimas teorías.
"¿Hemos cambiado algo? ¿Hemos alcanzado los límites de nuestras herramientas? Cada pequeño cambio ahora marca una gran diferencia en la vida real. Hay muchos de muchos aspectos diferentes y todavía estamos trabajando en eso".
Sin embargo, Horner ve algo positivo de cara a 2025. "Es alentador ver que los resultados del túnel de viento, del CFD y del simulador se corresponden mejor". Sin embargo, esto no lo dice todo, ya que los problemas de correlación fueron importantes en 2024.
Horner también admite que los problemas de Red Bull son mayores de lo que parecen y que gracias principalmente a Verstappen el daño fue limitado: "El cronómetro no miente y el sensor más importante [para el desarrollo] es el piloto. Max jugó un papel clave en eso.
"Creo que fue entonces cuando empezamos a ganar las carreras con más fuerza. Trajimos una actualización a Imola y eso hizo que el coche se volviera aún más difícil.
"La ventana de rendimiento se hizo aún más pequeña allí. Creo que nuestra curva de rendimiento se volvió demasiado pronunciada, lo que hizo inevitable que el coche se volviera más difícil de conducir", sentenció.
