Una multitudinaria marcha en contra del régimen dictatorial Ortega Murillo se llevó a cabo en Managua. La marcha fue convocada por el COSEP. Sin líder claro, sin rumbo claro, los manifestantes empiezan a marchar desde Metrocentro con banderas azul y blanco, con la intención de pronunciarse contra la represión vivida en días anteriores.

Info general del día: El Consejo Superior de la Empresa Privada, COSEP, bajo muchas críticas por su pasividad ante la situación, convoca la primera gran marcha nacional en la que participa el sector privado, la sociedad civil, estudiantes y pobladores en general. La ruta establecida es cambiada por iniciativa popular, para dirigirse hacia la UPOLI, en una muestra de solidaridad con los estudiantes ahí atrincherados.

La marcha se convierte en una expresión multitudinaria contra la represión, en la que personas de diferentes sectores piden libertad de expresión, libertad de prensa, justicia para los muertos. Portan imágenes de los jóvenes asesinados y gritan consignas como “Aquí está tu minoría presente" y "Eran estudiantes, no eran delincuentes". El COSEP reconoce haber perdido el protagonismo de la misma.

En paralelo a la marcha en Managua, se registran marchas y plantones en Masaya, León, Granada, Jinotega, Matagalpa, Jinotepe, San Marcos, Camoapa, Estelí, Diriamba, Chinandega, Isla de Ometepe, Rivas, Siuna y Puerto Cabezas.

La Iglesia Católica reafirma su apoyo a los manifestantes, agradeciéndoles por ser “la reserva moral” del país e instándoles a “que no cesen”.

La embajada de EEUU en Nicaragua hace un llamado al diálogo y pide que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH realice una investigación exhaustiva e independiente de los hechos. Canadá, la Unión Europea y países latinoamericanos condenan la violencia ejercida contra civiles que protestan en Nicaragua.

Organizaciones internacionales como la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, la ONU, OEA y Aministía Internacional también respaldan y abogan por el derecho a la libertad de expresión.

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez se convierte en el primer centroamericano en recibir el Premio Cervantes, dedicando públicamente este galardón "a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia".

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