El 11 de julio 2021 8pm fui a cancelar mi tarjeta de crédito azteca que tengo en ceros y se negó a darme un documento oficial o número de folio de cancelación.

Decidí cancelar porque mi madre fue víctima de fraude de un cargo NO reconocido por parte de la ejecutiva Míriam que aparece en el video, le hizo una compra en esa misma sucursal con fecha el 22 de noviembre 2020 por un monto de
$4, 620 MN a pagar $13,000 con los intereses con datos de la tarjeta de mi madre hizo esa compra en la sucursal donde ella trabaja.

Casi de inmediatamente nos dimos cuenta de ese cargo NO reconocido y está ejecutiva Míriam No nos quería entregar estados de cuenta y nos daba largas así nos trajo 3 o 4 días hasta que un ejecutivo compañero de ella intervino y nos facilitó el estado de cuenta y al preguntarle porque se había elevado al doble la deuda y al tener el estado físico ella manifestó que no se veía en donde se había efectuado la compra, al analizar detenidamente vimos que la compra era por el monto por $4,620 en la sucursal héroes Periférico con fecha 22 de noviembre 2020.

Se levantó infinidad de reportes en línea azteca y pese que la mayoría de reportes se resolvían a favor de mi madre no se veía reflejado en el saldo, algunos reportes los declinaban por mal tipificacion dolosa ente cabina de Linea azteca, hacían perdedizos los folios y condusef no hizo nada y mientras ha venido pagando mi madre una deuda que no dispuso mientras se resuelve, anteriormente le hicieron otro cargo por $10,000 a mi madre aclaración que después de 2 meses le resolvieron a favor y desde el inicio de reclamación hasta el término mi madre no la hicieron pagar ni un peso, cosa contraria con este fraude que le hicieron a mi madre y en condusef no hacen nada.

Cuenta la leyenda que las manos se manchan porque es un castigo divino por cometer actos de hurto, como seña particular tiene manchas de vitilingo en sus manos, ojalá que con todo lo que dispone esta empleada de los fraudes que hace al tener acceso a las cuentas de los clientes junte para curarse su enfermedad.

Y lo que me pase a mi familia, a mis bienes o a mi persona la hago responsable por alguna represalia, que no sea ratera y más con gente de la tercera edad, que no sea abusiva.

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