El año 2025 va a ser recordado como el año de los traidores de Nicolás Maduro, es decir, en el año de los sapos, de todos aquellos que están dispuestos a entregar información a las agencias de inteligencia de Estados Unidos, incluida la DEA, para salvar su dinero mal habido y poder disfrutar de ciertos privilegios fuera de Venezuela.
Se trata de operadores financieros, hombres de negocios, que poco le importa la política y menos le importa el destino de Nicolás Maduro y su supervivencia política. Tienen un objetivo mayor: salvar su plata, aquella producida por corrupción.
Esos son los operadores que ya se están acercando a los organismos de inteligencia de los Estados Unidos, que ya están pagando a costosas firmas de abogados y lobistas para no entrar dentro del paquete de enorme presión y asfixia al que serán sometidos en 2025, con la llegada de Donald Trump.
Pocos saben más de estos movimientos que Carlos Paparoni, exdiputado de la Asamblea Nacional de 2015 que se fue al exilio y que ha colaborado con dos gobiernos de Estados Unidos (el primero de Trump y la administración Biden) para detectar a las grandes redes de corrupción de Venezuela.
Paparoni da algunos nombres y también pistas de lo que vendrá. Explica que sectores financieros de Cilia Flores están dispuestos a aportar información para delatar a Maduro y precipitar su caída. Cree que Álex Saab volverá a ser detenido, tarde o temprano, y también está convencido de que Raúl Gorrín terminará en la cárcel, tras negarse a aportar información para entregar a Maduro.
