CARTA DE SAN PABLO A LOS EFESIOS CAPÍTULO 6
(BIBLIA CATÓLICA LATINOAMERICANA)


Pablo recuerda a losa hijos que Dios les pide la obediencia, y a los padre que no deben descuidar sus deberes de educadores (Sirac 30, 1-2). Los padres tienen la difícil misión de encaminar a sus hijos hacia la verdadera libertad, enseñándoles primero a obedecer a una ley, a servir y a no ser servidos, a compartir en vez de reclamar. Luego les mostrarán cómo se deben seguir los llamados del Espíritu, mucho más allá de lo que el ambiente considera como bueno o malo,

Y recuerda a los esclavos su nobleza, es decir, que el primer paso hacia una liberación auténtica es vivir según su conciencia y no bajo el ojo del capataz.

v.10 Pablo ha dicho lo que tenía que decir; ¿qué significa, pues, esa invitación a que sean fuertes, usando imágenes de la vida militar? ¿Sería porque los cristianos de la provincia de Éfeso no le parecían ser tan fuertes? (18-20): Pablo los invita, sin decírselo, a que comparen su situación con la de él. Libes o esclavos, ellos eran típicos del pueblo de la ciudades cercanas a Éfeso. Sometidos desde hacia mucho tiempo al Imperio romano que les había impuesto su paz, no tenían grandes problemas. No eran ricos, pero se contentaban con poco. Bajo el cielo mediterráneo, la luz era hermosa y la naturaleza amiga. Habían llegado a la fe en un momento en que costaba poco hacerlo, pero ¿qué harían el día que el Imperio se pusiera en contra y de repente pasan a ser el grupo de los malos, responsables de todo lo malo que sucediera?

Por eso Pablo les advierte: la paz es sólo provisora, pues el demonio está guardando su hora (vv 11 y 16). Ese demonio no es únicamente el que se insinúa en las conciencias, sino que está metido en las fuerzas activas en el mundo (v. 12: ver 1,20 y 3,109). Es el diablo cuyas estrategias serán desenmascaradas en el Apocalipsis. Y Pablo les pide que oren con perseverancia, pues contra el mal sólo son eficaces las armas que nos dejó Cristo, esto es, la verdad, la justicia, la ley y la Palabra de Dios… Y si realmente creen que han conseguido la salvación, que se preocupen un poco más de evangelizar (15).

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