Un edificio de muy bajo consumo energético (energía casi nula si se combina con energías renovables), debe cumplir con los siguientes valores:
Requisitos del estándar Passivhaus2 class=
En cuanto a los valores de referencia para verano, existen 2 opciones principales:
Tener una fuente de aire frío, por ejemplo aire acondicionado.
Régimen libre, conseguir un buen confort estival sin aire acondicionado.
En el primer caso, existe una demanda y un consumo para refrigeración, los ya mencionados 15 kWh/m2a. Se supone que la temperatura de los espacios interiores sería constante (25 o 26 grados, lo que pide el termostato) y en el segundo caso, no hay ni demanda ni consumo para refrigeración, porque no hay una fuente de frío activo. En este caso, las temperaturas interiores se mueven dentro de unas franjas dinámicas, pudiendo estar por encima de 25 o 26 grados. Este posible sobrecalentamiento por encima de estos límites será calculado por la herramienta PHPP, en función de unos algoritmos que seccionan el año en franjas de tiempo con intervalos más cortos que los normales mensuales. Para Passivhaus, la frecuencia de sobrecalentamiento no puede exceder el 10% del tiempo de uso del edificio.
El consumo máximo de energía primaria permitido, 120 kWh/m2a engloba todos los consumos vinculados con la actividad de la casa, o sea tanto consumo para climatización, ACS, iluminación, ofimática, electrodomésticos, energía auxiliar y demás consumos que podría ocasionar el uso del edificios (por ejemplo piscina, iluminación garaje etc.). A estos consumos, se les aplica un factor de energía primaria, que depende de cada energía usada. Por ejemplo, la electricidad (mix eléctrico convencional de Alemania) tiene un factor de energía primaria actual de 2,6. Cada kWh que estoy consumiendo en mi casa necesitaría en este caso 2,6 kWh de energía con recursos no renovables.
Se ha visto con la experiencia de los últimos 20 años que este valor de 120 kWh/m2a es exigente para oficinas, pero menos exigente para uso residencial, de modo que podría ser sujeto de cambios en el futuro. Todas estas definiciones las elabora y actualiza el PHI, que es también el autor del primer edificio construido, y que coordina y promueve el estándar a nivel técnico y de divulgación.
Quizá el valor más exigente para climas cálidos será el de la hermeticidad al paso de aire, que se pide siguiendo la norma internacional UNE-EN 13829, también conocido como el test de Blower Door / puerta soplante / presurización. Este valor no puede sobrepasar las 0,6 renovaciones por hora, cuando la diferencia de presión entre interior y exterior esté a 50 pascales. Estos 50 pascales equivalen a una presión con un viento de 30 km/h que presiona sobre una parte de la fachada. El valor 0,6 es muy exigente y equivale a una hermeticidad al paso dºe aire muy alta. Requiere una labor de proyecto y de control de obra muy meticulosa. Hubo en el pasado varios intentos de certificación en Passivhaus en España que no aprobaron, justamente por este último requisito. Según la norma ISO-13790, un resultado de menos de 4/h para vivienda unifamiliar aislada se considera como muy bueno, siendo valores entre 4-10/h buenos, y a partir de 10/h una baja hermeticidad al paso de aire. Para edificios grandes, con más de 4000m3, es necesario también medir el valor q50, que relaciona el caudal de ventilación con los metros cuadrados de la envolvente térmica. De hecho, el valor de n50=0,6/h es más fácil a conseguir en edificios grandes, porque la relación volumen/envolvente térmica es más favorable que respecto a edificios pequeños.
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