Miembros de la plataforma Pueblos Vivos Cuenca han presentado este lunes en la delegación de la Consejería de Desarrollo Sostenible el informe Macrogranjas en zonas vulnerables de la provincia de Cuenca, en el que denuncian que la Junta de Castilla-La Mancha ha autorizado en este siglo 32 granjas de porcino en lugares sensibles a la contaminación por nitratos, 17 de ellas después de la declaración de zonas vulnerables en 2011.
En total, según señalan desde la plataforma, son 120 macrogranjas de todos los tipos en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos.
María José Peralta Ortiz, coportavoz de la plataforma Pueblos Vivos Cuenca, ha mostrado la preocupación de los pueblos de la provincia por el aumento de la cabaña porcina, algo que, según ha denunciado, provoca la contaminación de los acuíferos.
La representante ha asegurado que aunque la zona sur de la provincia está muy afectada, la Junta está haciendo “caso omiso”.
Por su parte, Juan Expósito, coportavoz de la plataforma, ha recordado que hay una normativa europea que dicta que cada cuatro años hay que actualizar las zonas vulnerables, algo que no se hace desde 2011. Además, ha puesto el acento en que estas macrogranjas influyen, junto al cambio climático, en la cantidad y calidad de las aguas.
En esta línea, María Dolores López, coautora del informe, ha puesto como ejemplo la sentencia sobre la macrogranja de Huerta de Obispalía, que concluyó que se habían contaminado las aguas de Torrejoncillo del Rey.
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