El sensor de ultrasonidos utilizado anteriormente en la depuradora de Schiltach, que estaba instalado en el canal Venturi, debía lidiar con una fuerte radiación solar. Con los ultrasonidos, el tiempo de propagación del sonido cambia con el aumento de la temperatura, lo que deriva en imprecisiones en la medición.
Por el contrario, el nuevo sensor radar VEGAPULS C 21 no se ve afectado por las fluctuaciones de temperatura y, por lo tanto, es mucho más preciso que los ultrasonidos. También se instaló el controlador VEGAMET 861 para poder leer el caudal por segundo a distancia, con la incidencia directa de la luz solar y en la oscuridad.
El sensor radar no falla ni siquiera bajo un sol abrasador.
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