Todos vamos a morir. En algún momento de nuestras vidas nuestro cuerpo físico será llamado a la muerte. La muerte es simplemente una transformación, un cambio de estado, una parte más de la vida.
Si durante nuestra existencia aquí en la Tierra hemos realizado buenas acciones, perdonado a todos y cada uno de nuestros hermanos, expresado dulzura en nuestras palabras, realizado actos de amor eligiendo nuestra luz no alimentando nuestras sombras; el tránsito del alma hacía los planos de luz infinita será gozoso, tranquilo y sin turbación.
Si queremos una muerte en paz hemos de tener una vida en paz, ya que como es arriba es abajo.
Todo el Universo, está impregnado por la energía del amor que desde “El Absoluto Inmanifestado” desciende a cada una de las formas de vida de todos los mundos y dimensiones visibles e invisibles a nuestros ojos.
Haz de tu vida una extensión del amor del Padre aquí en la Tierra y tu alma se elevará después de cada encarnación hacía planos sutiles de más alta vibración. Llegará el día donde por fin, logrará fundirse de nuevo con él para toda la eternidad; alcanzando así el anhelo más profundo de todas las almas del Universo.
Mis mejores deseos para esta vida y que la luz del Padre impregne cada uno de vuestros corazones.
Título: Tránsito a la luz.
Música de piano 432hz.
Compositor: Francisco José Peñarrubia Giménez.
www.franpeñarrubia.com

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