Cada cierre de La Divina Noche de Dante tiene como objetivo final hacernos reflexionar sobre aquellas cuestiones que por ahí ocupan demasiado lugar en nuestras mentes y no nos dejan pensar con claridad. Su experiencia al mando de la iglesia de River Church hace que el conductor se sienta cómodo llevados temas de tal profundidad. Este pensamiento tiene como principal objetivo poder identificar aquellas cosas que llevamos en nuestras espaldas y que no nos hacen vivir la vida en plenitud. "A lo largo de la vida vamos acumulando muchas cosas: penas, alegrías, tristezas, nostalgias y amores, que un día fueron todo en nuestra vida y hoy por las razones que sean quedaron sólo eso: recuerdos", asegura.
El punta pie de este momento fue un estudio que el conductor trajo a la mesa. "Recuerdo aquel psicólogo que estaba en una sesión grupal y levantó un vaso de agua y preguntó, ¿Cuánto pesa este vaso? Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. El psicólogo respondió: 'El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo'. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve”. Y continuó: “Las preocupaciones, las presiones, y el descontento son como el vaso de agua. Si pensás en ellas un rato, no pasa nada. Si pensás un poco más, empiezan a doler.Y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada”, resaltó Gebel.
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"Sería bueno descargarnos de muchas de esas frustraciones y desamores para que caminemos más livianos. Dicen que mientras más lentos nos movemos, más rápido nos morimos. ¿Por qué nos cuesta tanto desprendernos de esos sentimientos que tanto nos pesan y lastiman?", se pregunta.
Por último, cierra con los beneficios de poder dejar atrás aquellas cosas con las que cargamos y que no son positivas. "Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro. Ahora nos toca definir a nosotros qué llevamos en la mochila y para qué lo queremos usar. Viajemos livianos, señores, nos encontramos el próximo martes y que tengan una divina noche", cierra.
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