La guerra en Ucrania podría afectar la cadena de suministro de alimentos básicos a nivel mundial y provocar una hambruna en los países más pobres del planeta. Rusia y Ucrania producen más de la mitad del aceite de girasol y alrededor del 30% del trigo que se consumen en el mundo. La industria ucraniana aporta además más del 50% de los cereales que distribuye el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
