La radiofrecuencia es uno de los procedimientos menos invasivos y más efectivos en el ámbito del Tratamiento del Dolor.
La radiofrecuencia nos permite crear una modulación de los nervios que nos faciliten un bloqueo de estos mismos para calmarlos y poder tratarlos.
Por lo tanto, podríamos decir que la radiofrecuencia es un método no invasivo o mínimamente invasivo con un alto poder de eficacia.
Las técnicas de radiofrecuencia se utilizan normalmente en la Unidad del Dolor, realizándose en quirófano y bajo supervisión de un especialista.
Para obtener un mejor resultado, se recomienda realizar este tratamiento en combinación con otros para obtener un efecto sinérgico.
Distintos tipos de radiofrecuencia:
Para saber que técnica de radiofrecuencia se debe utilizar, hay que realizar un estudio pormenorizado de cada paciente, para seleccionar aquella técnica que mejor se adapte a sus necesidades y poder tratar sus dolencias adecuadamente.
Podemos diferenciar tres tipos distintos de radiofrecuencia:
– Radiofrecuencia térmica: se realiza una punción con una aguja que se calienta cerca de los 80ºC, lo que genera una lesión terapéutica en la zona a tratar. Es decir, elimina el dolor causando lesión por calor, mediante una corriente de baja energía con altas frecuencias interrumpiendo la transmisión del dolor.
– Radiofrecuencia pulsada: permite aplicar un voltaje a la punta de una aguja situada lo más cerca posible a los nervios. La temperatura máxima alcanzada en este tipo de radiofrecuencia es de 42ºC. La radiofrecuencia pulsada suele tener una duración media de entre 4 y 6 minutos.
– Radiofrecuencia fría: es una técnica que enfría la punta de la aguja durante el procedimiento, logrando así una lesión mayor y circunferencial. La aguja que se emplea en este caso se puede llegar a congelar hasta los -6ºC. Esta sesión tiene una duración de al menos una hora.
Como resultado de las técnicas de radiofrecuencia, consiguen proporcionar al paciente una mejor calidad de vida al evitar su dolor.
Habitualmente, en este tipo de tratamientos, se empiezan a notar resultados a partir de la tercera o cuarta semana posterior a la sesión.
Además, debemos mencionar que la radiofrecuencia es una técnica muy segura en la que no suelen presentarse complicaciones.
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