Destaca Arturo Núñez la necesidad de reconciliar economía y política.
Ciudad de México, 12 de octubre.- Es necesario reconciliar la economía con la política para llegar a un justo medio en el que las dos se complementen y se traduzcan en bienestar social, aseveró el gobernador electo de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, durante su participación en el III Foro de Democracia Latinoamericana.
En su intervención en el evento organizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) conjuntamente con el Colegio de México, y los institutos Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), y Federal Electoral (IFE), el mandatario aseveró que sin mínimos de bienestar no hay democracia sustentable capaz de reproducirse.
En ese sentido, Arturo Núñez reflexionó ante un nutrido grupo de espectadores, que desde la política --Congresos, Parlamentos, Partidos Políticos y Líderes-- debe interiorizarse sobre el conocimiento económico para crear políticas económicas responsables, que no supongan que la economía es elástica.
Pero también, consideró, desde quienes toman las decisiones de carácter económico, se debe dar más visibilidad y exposición a las verdaderas necesidades de la población, "porque muchas veces dichas decisiones se toman desde la comodidad de un cubículo, nunca en el enfrentamiento con el electorado, que es algo que sigue corriendo a cargo de los políticos en campañas y elecciones".
Por tanto, tenemos que reconciliar que la economía vuelva a ser economía política y que la política se haga cargo de la economía, aseveró en presencia de Carlos Mesa, ex Presidente de Bolivia; Kevin Casas, Secretario de Asuntos Políticos de la OEA, y Jesús Silva-Herzog, político y economista mexicano.
En presencia también de Jorge Lara, canciller de Paraguay, quien fue moderador de este foro sobre democracia en Latinoamérica, el gobernador electo de Tabasco explicó que la política condensa generalmente las necesidades y demandas sociales, pero progresivamente se va vaciando de contenidos y se restringe, en muchos casos, a la lucha por el poder y no tanto al ejercicio del poder.
Indicó que bajo el argumento de que las cosas técnicas no se votan, y de que la economía es demasiado importante para dejársela a los políticos, las tecnocracias especializadas en lo económico se hacen cargo de las toma de decisiones en el ámbito económico.
Por tanto, afirmó Arturo Núñez, "existe una división de trabajo perversa, pues unos toman las decisiones económicas claves en sus ministerios, vinculados sólo a la lógica de los organismos financieros internacionales y de las necesidades del mercado global, y otros dan la cara en el ámbito de lo político".
En su disertación que duró alrededor de diez minutos, refirió que aunque no se trata que desde la política o de la democracia se sea irresponsable con el manejo de la economía, tampoco debería ser que desde el manejo de la economía se desentiendan de las necesidades de la democracia que requiere un piso de igualdad social mínima para ser sustentable.
Por tanto, de lo que se trata es de conciliar la igualdad obligada que significa en la política el sufragio universal, un hombre-un voto, a las desigualdades socioeconómicas que derivan del funcionamiento de mercados imperfectos que generan profundas desigualdades sociales y económicas.
Asimismo, señaló que debido a que la sociedad busca salidas a sus necesidades en economías que no generan el crecimiento necesario para que no exista desempleo, economía informal, migrantes, 'ninis', ni delincuentes, es necesario alcanzar un justo medio en el que ni la política eche a perder el funcionamiento económico, ni las políticas económicas sean inflexibles a pesar de malos los resultados.
Es evidente que si no tenemos democracias políticas capaces de contribuir a generar con política económica y social bienestar que permita reproducir la democracia, no habría la democracia misma en las posibilidades de reproducirse, aseveró finalmente Arturo Núñez.
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