Muchas personas se la pasan diciendo nombres equivocados para referirse a Dios solo porque se vieron vídeos en YouTube explicados por clérigos que ni siquiera saben hebreo. Si la gente supiera lo grave que es pronunciar El Nombre, y peor aún, inventarse apodos, las personas dejarían de hacerlo y se arrepentirían en gran manera.
La razón es esto es porque Dios es al que más debemos respetar en el universo.
De acuerdo al judaísmo está prohibido llamar al padre o a la madre de uno por su nombre. Yo por ejemplo, no puedo hablar con mi papá diciéndole su nombre propio, sino que debo decirle papá. Es por respeto y es una ley en el judaísmo. Ahora, con mayor razón al referirnos a Dios; el Rey de reyes.
Cuando una persona comienza a faltarle al respeto a Dios, también termina faltándole respeto a la vida misma. O sea, si uno no se refiere con sumo respeto a la máxima autoridad del universo, imagínate cómo uno se comportará en la sociedad.
Por eso es que las personas deben evitar mencionar nombres errados como “Jeho—“, “Yahw—“, etc etc.
Con ayuda de Hashem que las personas logren llegar al monoteísmo siendo noájidas para que así por fin comprendan la importancia de este tema.
