Desde el primer trimestre de gestación las madres pasan por cambios que se encuentran llenos de ansiedad, trayendo como consecuencia la falta de sueño por las noches.
Ante la ansiedad o posible depresión que experimenta una futura mamá, lo más recomendable es acudir a su médico y evitar automedicarse, ni siquiera debe ingerir medicamentos que antes del embarazo consumió.
Existen fármacos que pueden ser de gran ayuda para dormir, pero esto solo puede ser consumido por mujeres que no se encuentren en estado gestante, pues la mujer en este periodo debe pensar en ingerir algo para conciliar el sueño que no afecte a su pequeño.
“Los ansiolíticos debieran obviarse completamente durante el embarazo, debido a que existen algunas malformaciones que están asociadas a este tipo de medicamentos, además de que los mismos pasan a la placenta, aumentando en la madre los periodos de sueño y la movilidad del feto”, dice el especialista Jorge Sandoval.
¿Qué pasa si debo tener un tratamiento clínico obligatorio?
La mujer que lleva un tratamiento constante debe planificar el embarazo en conjunto con su ginecólogo y psiquiatra, ellos decidirán si la madre puede seguir con el mismo medicamento durante el embarazo o si convendría cambiarlo antes de la fecundación.
Por otra parte, las mujeres pueden experimentar la falta de sueño por diferentes factores, uno de ellos es el no adaptarse a los síntomas o cambios físicos que se van presentando con el aumento de la barriga.
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