La gran recesión de 2008 representó un momento histórico tan importante en el mundo en general, que cambió por completo la forma de ver el mundo de todas las personas. Se le atribuyó como etiqueta general al “fracaso” del capitalismo.
El capitalismo pensado en términos muy estrictos, es solo un sistema de precios para determinar la oferta y demanda de todos los bienes y servicios de una económica. Si un bien o servicio es escaso y por lo tanto es muy caro, vendrán nuevos participantes de este mercada a ofrecerlo también, lo que abaratará su costo tarde o temprano; dependiendo de la complejidad de dicho mercado.
En términos estrictos, el capitalismo, al ser un sistema de precios, no alberga la política dentro de sus términos. Por lo tanto, no podemos decir que el capitalismo falló en sus términos más estrictos. Es cierto que los instrumentos derivados derivan de un precio, sin embargo, también es cierto que un sistema de precios estable contempla las existencias disponibles de los bienes y servicios de una economía. Uno de los términos más estrictos de los derivados anteriormente, era que la mercancía que se negociaba iba a ser intercambiada obligatoriamente. En el sistema nuevo de derivados existencia de más contratos que bienes, supone un mayor número de bienes de los que existen, lo que provoca una oferta artificial de bienes.
En el caso de las casas, en realidad nunca se vendieron esas casas, estaban siendo pagadas a crédito, esa es una variante que incrementa el precio de las casas artificialmente; otra variable era la inmensa demanda de CDOs que había en el mercado; las calificaciones AAA en deuda de bonos, suponían que las casas se iban a seguir vendiendo; los apalancamientos excesivos, suponían un efecto similar a los créditos hipotecarios originales, pero multiplicados varias veces; finalmente, que fueran asegurados los mismos CDOs varias veces, generaban una demanda de bienes raíces completa y absolutamente irracional. Yo entiendo perfectamente que uno de los negocios con menor riesgo que existe, es el mercado de los bienes raíces y al ser tan confiable, fue el caballo de Troya perfecto para todos los inversionistas, incluso los más conservadores compraron basura a precios infames.
Todo esto ocurrió por la complicidad de instituciones financieras y los gobiernos en turno de los Estados Unidos, una salvajada total a los intereses de su propio pueblo; pero oigan, no ha sido esta la primera vez en la historia de la humanidad que los gobernantes de una nación, gobiernan por sus propios intereses, ni será la última. En lo personal, diría que es todo lo contrario, es inverisímil pensar que un mandatario, sea de donde sea, está al servicio de su pueblo. Los políticos solo venden sus propios intereses, como si fueran los intereses de su población, no es nada nuevo.
En este caso, los cabilderos de Wall Street, muy habilidosamente, convirtieron sus propios intereses en los intereses de los políticos y al final en sus propios intereses. Esto quiero que quede bien claro en la descripción. Quienes gobiernan no son los políticos, son las grandes instituciones financieras del mundo, pero los políticos fueron los que le dieron ese poder a cambio de financiamientos de campaña y demás porquerías.
Sí, los que mueven el dinero mueven el mundo, pero esto pasó por la debilidad del sistema político y es una falla de la misma naturaleza humana. Aquí no hacemos reflexiones éticas de las cosas, eso es una perdida de tiempo en el sector económico y financiero por su inherente naturaleza a los conflictos de interés y al estado, vendiendo como moral la expropiación del poder adquisitivo de su población a modo de impuestos y deuda pública; digas lo que digas, es inmoral incluso la deducción de impuesto, de lo otro mejor ni escribimos.
Lo que sí tiene que quedar bien claro es que no podemos decir que hubo un culpable o un pequeño grupo de culpables, aquí ni de culpas queremos hablar, pero es muy natural en el ser humano querer culpar a alguien de las desgracias que ocurren en el mundo. Es tanto así que inventamos dioses para los desastres naturales, y les atribuimos a ellos fenómenos naturales. Pero si hay un culpable en la crisis subprime, sería toda la gente que pensó beneficiarse del boom hipotecario. Incluso, la gente que pidió un crédito irresponsablemente, prácticamente alquilaron casas de lujo con una tasa de interés de ensueño. Las cosas valiosas cuestan, pero nuestra propia naturaleza nos orilla a pensar que se puede de otro modo.
Bueno, gracias por leerme,
Saludos,
Inside Job (también conocida como Trabajo confidencial y como Dinero Sucio), ganó un Oscar a mejor documental de 2011, si les interesa este tema es lo más recomendado que existe.
The crisis of credit visualized, en español: [ Ссылка ]
Por amor al dinero: documental de la quiebra de Leeman Brothers
The Big Short o la gran apuesta en español, por si les gustan las películas
Santiago Niño Becerra: Épico, deberían verlo.
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