Día 3: Pasar el momento de querer rendirse
¿Está listo para un quebrantamiento como nunca antes lo ha experimentado? Recuerde que debe orar continuamente porque solo Dios puede proveer las fuerzas, ambas físicas y emocionales, que necesita durante estos 21 días.
En su tercer día de ayuno, recuerde:
• Ingiera mucho agua
• Ore por valentía
• Evite los olores y otras tentaciones
• Este será́ el día más difícil del ayuno
Efectos físicos
La lengua se pone bien blanca, los dolores de hambres se aumentan, los antojos se hacen más intensos, ketosis está en todo su apogeo, se comienza a notar la pérdida de peso y los dolores de cabeza puede que todavía estén presentes.
Cita del día:
“He visto personas que nunca han ayunado, experimentar un maravilloso quebrantamiento en sus vidas. Si está listo para recibir bendiciones sobrenaturales en su vida y desatar el poder de Dios para poder vencer cualquier situación, comience hoy a hacer el hábito de ayunar como parte de su vida. Dios no hace acepción de personas…lo que ha hecho en nuestra iglesia, en la vida de nuestros miembros, El lo hará por usted cuando tome la decisión de buscarle a El a través del ayuno”
Enseñanza Bíblica:
Entendiendo lo que es la Lectura Devocional
Salmo 119:97-104
La Lectura devocional no es un ejercicio mental o hacer una exegesis del texto. Es crear una comunión con el Rey por medio de la lectura y meditación de la palabra . La Lectura devocional nos invita a la presencia del Rey para escuchar su palabra cariñosa en un momento en particular.
La Lectura devocional de la escritura tiene sus raíces en la garantía de que cada parte de la historia bíblica (Letras, parábolas, Evangelios, profetas, etc.) se inspira y pueden dar voz a una palabra de Dios particular para nosotros. La Lectura devocional tradicionalmente estaba formada por cinco fundamentos:
1. Silencio (preparación tranquila del corazón): venir a la presencia de Dios, más despacio, relajarse y liberar intencionalmente el caos y el ruido en tu mente a él.
2. Lectura de la palabra: leer una escritura en voz alta pero lentamente, con entendimiento, persistente sobre las palabras que resuenan en tu corazón. Cuando una palabra o frase te llame la atención, no siga leyendo. Parar y atiende lo que Dios te está diciendo. Debes estar abierto a que el Espíritu te ministre por la palabra. No comiences a analizar o juzgar, solo Escucha y espera.
3. Meditar en la Palabra: lea la escritura una segunda vez en voz alta. Saborear las palabras. Escuchar cualquier invitación que Dios le extiende a usted en esta palabra. Reflexione sobre la importancia de las palabras que a usted le están ministrando. Permita que el Espíritu lo dirija a explorar las ramificaciones de la invitación de Dios a conocerle por medio de la palabra revelada.
4. Responder y orar : Leer la misma escrituras por tercera vez. Ahora es el momento para entrar en un diálogo personal con Dios. No hay ninguna manera de hacer esto bien o mal. Lo importante es responder con verdad y auténticamente. ¿Qué sentimientos ha despertado en ti el texto? Identificar en que áreas de tu vida estas resistiendo la palabra o quiere retroceder. Tomar conciencia de que áreas de tu vida se sienten atraídas a relacionarte con Dios en una manera más profunda. Exponle a Dios esos sentimientos.
5. Contemplar : Descansa y espera en la presencia de Dios. Deje algo de tiempo para que la palabra se pose profundamente en su alma. Ríndete y entrégate a Dios por completo. Antes de salir, usted podría considerar llevar con usted un recordatorio que pueda ayudarle a mantenerse en esa palabra que le ministro el resto de su día.
Pensamientos para su diario:
• ¿Cuál es el sueño dentro de usted que solo El lo puede hacer realidad?
• ¿Cuáles son las metas de las otras personas dentro de su grupo o congregación?
• ¿Cómo puedo alcanzar estas metas con la ayuda de Dios?
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