El para-powerlifting es una modalidad de levantamiento de pesas adaptada para personas con discapacidad física que afectan sus miembros inferiores. Los primeros Juegos Paralímpicos en los que se practicó el levantamiento de peso en categoría masculina fueron los de Tokio 1964, mientras que las mujeres no debutaron hasta Sidney 2000.
En esta disciplina, los atletas compiten levantando el máximo peso posible en un solo movimiento de press de banca, una modalidad en la que se acuestan sobre un banco y levantan la barra desde el pecho hasta la extensión total de los brazos.

A diferencia del levantamiento de pesas convencional, en el para-powerlifting todos los atletas realizan el press de banca. Ya que muchas de las limitaciones físicas en miembros inferiores no afectan a la fuerza de la parte superior del cuerpo. Este deporte es accesible para personas con diferentes discapacidades físicas, como amputaciones, parálisis cerebral o lesiones medulares, que son evaluadas y clasificadas según criterios específicos para garantizar la competencia justa.

El equipamiento incluye una banca especial de press adaptada y cinturones de seguridad para estabilizar al atleta durante el levantamiento. Las normas clave incluyen que el levantador debe descender la barra de manera controlada hasta el pecho y luego extender los brazos completamente sin que la barra se desvíe o rebote, bajo la supervisión de jueces que certifican la validez del levantamiento.

La clasificación funcional en para-powerlifting permite que personas con distintas discapacidades compitan en categorías basadas en su peso corporal, sin distinguir el tipo de discapacidad, ya que lo que se evalúa es la fuerza del tren superior.

Para-powerlifting está abierto a personas de ambos géneros y diferentes edades, siempre que cumplan con los criterios de clasificación y tengan la fuerza y técnica necesarias para competir. Este deporte promueve la inclusión y resalta la capacidad de superación personal en un entorno seguro y adaptado. ¡Qué no te lo cuenten!

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