La Catedral de Sevilla, patrimonio de la humanidad, está en permanente restauración y rehabilitación. Aparte de la política preventiva, se están llevando a cabo numerosas intervenciones en fachadas, puertas, vidrieras, galerías, tumbas, coro y en su alminar, la Giralda. Seis siglos después de su construcción, un equipo de restauradores busca la belleza bajo el polvo para mostrárnosla tal y como era.
La gestión de la catedral, que quiere unir liturgia y patrimonio, fue premiada en enero del 2016 por la UNESCO por su modelo de restauración basada en la autofinanciación y en la conservación preventiva. Algunos avances, como la instalación de un suelo técnico, convierte el monumento en un edificio del siglo XXI. Este suelo permitirá disponer de acceso a alimentación eléctrica, imagen, sonido, Internet en cualquier punto sin necesidad de hacer tendidos aéreos, novedad en el terreno de la restauración.
También en lo que va de siglo se han restaurado treinta vidrieras, colocándose un vidrio transparente en su lugar cuando esta es retirada. Una vez finalizada la restauración, ese vidrio protector no se quita, quedando la vidriera protegida de la intemperie. Estas actuaciones y otras, como la limpieza de las fachadas, garantizan la preservación de este importante patrimonio.
[Programa "Los Reporteros", 1182, 25 de marzo 2017. Canal Sur Televisión]


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25/03/2017

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