Ante el calor extremo que afecta a España, la directora médica de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas, la Dra. Belén Moliner, explica qué es un golpe de calor y qué consecuencias puede tener para nuestro cerebro.
La exposición prolongada al sol sin protección adecuada, como gorras o sombreros, puede llevar al cerebro a priorizar la regulación térmica sobre otras funciones cerebrales como la atención y la velocidad de procesamiento de la información. El calor extremo también puede interferir con el descanso adecuado, generando inquietud y afectando el sueño, lo que se traduce en mayor irritabilidad y dificultad para concentrarse, además de debilidad muscular.
Y, en un golpe de calor severo y extremo, la persona puede sufrir un shock metabólico, lo que puede causar daños cerebrales graves en áreas como el troncoencéfalo y el cerebelo, con consecuencias funcionales significativas y la necesidad de tratamiento neurorrehabilitador.
