La historia de los tomates se origina en las Américas, donde las civilizaciones indígenas como los aztecas y los incas cultivaban y consumían esta fruta hace más de 2.000 años. Con la llegada de los europeos en el siglo XV, los tomates se llevaron a Europa, donde inicialmente se consideraban ornamentales y se temía que fueran venenosos. Sin embargo, con el tiempo, su uso culinario se popularizó, especialmente en Italia, y desde allí se extendió al resto del mundo. Hoy en día, los tomates son un alimento esencial en muchas cocinas globales debido a su delicioso sabor y versatilidad, además de ser una fuente rica en nutrientes beneficiosos para la salud.

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