En la mañana del Viernes Santo Madrugada de 2023, se contempla el paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza de la Yedra Coronada de regreso a su Ermita por la icónica calle Sol. A la altura del número 53, el capataz, Tomás Sampalo dedica una levantá al pequeño Izan.
Esta Dolorosa es imagen titular de la Hermandad conocida como 'La Yedra', por fundarse para dar culto a una antiquísima imagen intitulada como Santísimo Cristo de la Yedra y Nuestra Señora de la Esperanza en octubre de 1928. La naciente hermandad, aunque aún no había sido reconocida como tal, hace su primera estación penitencial el Lunes Santo de 1931 con dos pasos, en el primero, el citado Cristo de la Yedra, un crucificado hecho en madera de cedro, y en el segundo la efigie de Nuestra Señora de la Esperanza. Se repite dicha salida en 1935. En 1937 se decide por parte de la comisión organizadora entablar el proceso pertinente para la aprobación de sus Reglas y con ello el refrendo formal del Arzobispado, hecho que se logra finalmente el 9 de octubre de 1939, fecha en que queda erigida canónicamente. En 1952, la cofradía obtiene la autorización eclesiástica para poder procesionar en la madrugada del Viernes Santo realizando su salida ese año desde el Convento de Madre de Dios a las 3.30 horas de la madrugada.
La Virgen fue adquirida por cuatro personas en una tienda de antigüedades 'La Lebrijana' que se encontraba en la calle Empedrada por el precio de 250 pesetas en 1928. Este hecho motivó la organización de la cofradía. Tiene su sede en la Ermita de la Yedra, un antiguo humilladero situado en el barrio de la Plazuela, en la confluencia entre las calles Empedrada y Sol (donde nació Lola Flores, nombrada hermana de honor de la Corporación en 1953).
La talla es atribuida con cierto fundamento a las manos de Diego Roldán Serrallonga entre 1744 y 1758. Perteneció a la antigua hermandad del Cristo de la Salud del Monasterio de Belén con la advocación de los Dolores.
La cabeza no tiene el pelo tallado, tan sólo una tonalidad castaña marca su contorno. El rostro, evidentemente el elemento que más lecturas nos permite, presenta un contorno ovalado y de considerable anchura, con los pómulos poco marcados y con ligera depresión a la altura de los ojos. Éstos, que son grandes, como sus pupilas, se disponen bien abiertos y en oblicuo, marcando frecuentemente, con las cejas curvilíneas y arqueadas, un ligero frunce en el entrecejo. Las orejas presentan pabellones carnosos y bien desarrollados, por lo general con el lóbulo perforado para poderla dotar de zarcillos. La boca, de labios finos, se dispone entreabierta con la lengua retraída. La dentadura superior está tallada mediante postizos individualizados, generalmente realizados en nácar. La nariz es recta y sus fosas nasales pequeñas, casi circulares.
El paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza es una de las grandiosas obras salidas de los talleres de Esperanza Elena Caro por su majestuoso diseño y su magnífica ejecución. La orfebrería se debe a Manuel Rodríguez Pérez y a Lorenzo Jiménez Rueda.
En 1945 el taller de Esperanza Elena Caro borda el palio de la Hermandad de la Trinidad, en un principio, como se sabe, sobre terciopelo blanco, hoy verde. El autor del diseño fue su hermano Manuel Elena Caro. Sólo dos años después, el mismo taller y el mismo diseñador realizan el palio de la Esperanza de la Yedra, en cuyos bordados, sobre terciopelo verde, se puede ver una clarísima influencia del palio sevillano en algunas partes del dibujo, e incluso en el estilo de los flecos.
Todos los bordados del paso de Palio son de Esperanza Elena Caro, utilizando en algunas piezas el punto marsellés: el manto, sobre terciopelo verde esperanza, y con hilos de oro combinados con los de seda, se comenzó en 1946 y se terminó de bordar en el año 1948. El manto posee trazados amplios y espacios muy equilibrados que es señal de larga vida, en teoría, porque cuando los bordados no cubren todo el tejido que sirve de soporte, éste no pierde flexibilidad y es más fácil su conservación. Este manto de la La Yedra fue, en su momento, un tímido intento de renovación. El diseño de este manto es de Ignacio Gómez Millán. El manto, como otros muchos enseres de esta cofradía, se bordó a expensas de Don Manuel Antonio Domecq de la Riva.
En 2006, la Esperanza de la Yedra sería restaurada por los talleres de Ressur (Bazán y García Brenes).
El 14 de Septiembre de 2013, la hermandad viviría uno de los momentos más trascendentes de su historia cuando fue coronada canónicamente la Santísima Virgen de la Esperanza por el obispo Don José Mazuelos Pérez. En 2012 recibió la Medalla de Oro de la ciudad.
Acompaña musicalmente la Banda de Música de Dos Hermanas "Santa Ana" que interpreta 'Al cielo la Reina de Triana' escrita por el componente de la banda de música de Las Cigarreras, José Luis Gómez Jaldón.
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