El Salmo 23:6 comienza con la afirmación poderosa: "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida". Aquí, David nos invita a encontrar nuestra seguridad en Dios. Al igual que un rebaño que confía en su pastor, nosotros podemos descansar en la certeza de que Dios vela por nosotros.

Permitirnos ser cuidados por Dios implica confiar en Su bondad y misericordia. A medida que nos rendimos a Su voluntad, experimentamos el amor que nos sigue todos los días de nuestra vida.

La seguridad que anhelamos se encuentra en Dios. Esforcémonos en estar bajo Su cobertura, dejémonos cuidar por Su bien y misericordia, y experimentemos la plenitud de una vida que sigue al Pastor celestial.

Que esta reflexión nos inspire a caminar diariamente en la seguridad y el amor de nuestro Dios.

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