Siempre digo que los verdaderos coches de carreras son aquellos nacidos y diseñados para correr, como los Fórmula 1 o los prototipos de Le Mans. Pero un buen turismo, si le haces una preparación adecuada, mejora sus prestaciones de una forma espectacular. Te vamos a decir en qué consiste una buena preparación para convertir un turismo en un "purasangre".
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Los coches matriculables, incluso los más deportivos, no están preparados para un uso intensivo en circuito. Si quieres hacer un “uso intensivo” como rodar en tandas para querer bajar nuestros tiempos o participaren una carrera tienes que preparar tu coche.
Gracias a la Escuela Española de Pilotos, organizadora de la Copa Cooper, disponemos de uno de sus coches para nuestro Garaje Hermético. Así que con la ayuda de este Cooper vamos a ver qué cosas hay que hacer a un coche de calle para convertirlo en un coche de carreras.
1. Lo primero, la seguridad.
Un coche de carreras sirve básicamente para explorar nuestros limites y os del coche. Los demás son una referencia, la lucha es contra nosotros y con el coche. Y a veces, buscando ese límite, lo sobrepasas. Te voy a decir una cosa: Si voy a tener un accidente, prefiero que sea en un coche de carreras porque la seguridad de estos coches es enorme. Del equipamiento del piloto ya hemos hablado en otros vídeos, nos vamos a centrar en el coche.
2. Hecho para conducir.
Un coche de calle tiene que ofrecer confort, espacio, climatización y una serie de cosas que suponen un compromiso. Uno de carreras no. Sólo hay un objetivo: ser más rápido.
3. Bastidor y suspensión.
Y vamos ya con la mecánica y con los elementos que nos van a permitir ser más rápidos. Y he puesto como más importante la suspensión. ¿Esperabas ver el motor en primer lugar? Pues te equivocas porque en el fondo es, casi, lo menos importante, porque si vas rápido por las curvas, irás rápido por las rectas...
4. Llantas y neumáticos.
Hay que elegir en función, lo primero, del reglamento que unas veces limita y otra exige un determinado tipo de rueda. Pero si hay libertad debes elegir los neumáticos en función de los objetivos, no es lo mismo una resistencia de 8 horas, que una carrera de velocidad de 10 vueltas.
¡Ojo! con las llantas, pues necesitamos unas cuantas: al menos 6 para ruedas de seco y 4 de mojado como mínimo.
5. Frenos.
También los frenos son más importantes que el motor, entre otras cosas porque pocos coches hay que con el sistema de serie aguanten rodar en circuito. Normalmente los de atrás nos valen, ¿Por qué? Porque casi el 90 por ciento de la frenada en casos límites se hace con los delanteros. Por eso, cambiar los discos delanteros por otros más grandes y, por supuesto, ventilados (si los de serie no lo eran), es clave. ¡Ojo! Que quepan en la llanta escogida.
6. Motor.
¡Y llegamos al motor! Y si esperas que te diga como debes de prepararlo… te voy a decepcionar, porque te voy a decir que no lo prepares, al menos que no lo abras… Pero sí puedes sacar un poco más de potencia.
7. Bonito corre más.
Ya sabéis que el tema de la estética para mí es lo último, pero no deja de ser importante. Con imaginación y vinilos puedes hacer cosas originales y por poco dinero. Con mi buen amigo Luis Alberto decoramos mi Hyundai como un “Muro infranqueable” y mi Clio número 13, por cuatro perras, le puse unas burbujas muy monas…
8. Mantenimiento.
Y para acabar: Cuida tu coche. ¡Ojo! el mantenimiento de un coche de carreras no es caro si no lo rompes, pero no se limita al cambio de aceite y esas cosas, hacer la cotas es clave…
Justamente todo esto que es he contado es lo que le han hecho a este Cooper tan bonito y que os lo aseguro que va como un disparo. Gracias a la Escuela Española de Pilotos hemos podido contar con este coche una tarde entera para nosotros… Lo malo, es que ya se ha acabado lo bueno.
Coche del día.
Voy a elegir el Alfa Romeo 156 con el que Luis Villamil participo en el Cto. Italiano de Turismos. Fue una inolvidable jornada de prueba con mi buen amigo Luis.
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