Los encurtidos son muy prácticos porque nos permiten conservar vegetales y otros alimentos por mucho tiempo, saborizarlos y tenerlos siempre disponibles y listos para nuestro consumo. Además, esta forma de procesar los alimentos permite que mantengan algunas de sus propiedades nutricionales y sus componentes de fibra. Existen dos tipos de encurtidos: los fermentados y los no fermentados, aquí nos concentraremos en estos últimos que son los más sencillos y veremos cómo se hacen los fermentados en otro video.
Hacer encurtidos no fermentados se trata, básicamente, de someter alimentos a una solución sencilla de vinagre y sal. El vinagre contiene ácido acético y este impide que aparezcan y se multipliquen bacterias y hongos que pueden ser perjudiciales para los seres humanos.
Es gracias al ácido acético es que los vegetales encurtidos no se pudren y pueden ser almacenados por mucho tiempo. La sal, por su parte, aporta sabor al insumo y cambia la textura del vegetal, y ayuda a controlar el crecimiento de bacterias. Pero, ¿cómo hacerlos en casa?
El procedimiento
Selecciona vegetales con una consistencia firme pues resisten mejor en vinagre. Puedes, por ejemplo, usar rabanito, nabo, kion, ajos, col, ollucos, pepinos, zanahorias, cebollitas y frutas.
Corta los vegetales en rodajas o tiras finas para que estén bien recubiertos por el líquido. En caso que sean chicos, como los pepinos o las cebollitas, pueden ir enteros y puedes hacerles pequeños agujeros con un tenedor para que el líquido penetre.
En una jarra, mezcla vinagre, agua y sal. Para 200 ml de vinagre puedes agregar unos 200 ml de agua y 2 cucharaditas de sal.
Coloca los vegetales en un recipiente con tapa y cúbrelos con el líquido. Debes cuidar que los alimentos estén siempre completamente sumergidos con el líquido, pues de esa manera evitamos que aparezcan bacterias u hongos en las partes expuestas. Cierra bien el recipiente.
¿Cómo saborizarlos?
Más allá de la mezcla básica de vinagre y sal, también puedes saborizar los alimentos con especias u otros vegetales. Por ejemplo, puedes agregar pimienta y ají al rabanito, romero a las cebollas, laurel a la zanahoria o, como en el caso del nabo encurtido, también colocar azúcar.
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