Servicio de oracion, Febrero 14/2023
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Serie: Masculinidad bíblica.
La persona ambiciosa a menudo es percibida como codiciosa, insaciable en sus deseos egoístas. Con frecuencia, busca poder, riqueza, estatus y fama. Sin embargo, la ambición en sí misma no es ni buena ni mala. Es un deseo neutral que se convierte en algo positivo o negativo en función de las metas que persigue la persona. El verdadero problema no es la ambición en sí, sino la dirección hacia la cual se dirige esa ambición.

Una perspectiva Bíblica de la ambición.
Romanos 15:20 “De esta manera me esforcé (ambicioné, tuve una meta) anunciar el evangelio, no donde Cristo era ya conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro”.
El objetivo de Pablo era establecer iglesias en lugares donde los gentiles no habían tenido la oportunidad de escuchar el verdadero evangelio. Esta fue una de las metas más importantes del apóstol Pablo.

La ambición en sí misma no es pecaminosa. El problema es lo que estamos ambicionando.

¿Cómo se ve esto en la masculinidad Bíblica?
👉Si soy un hombre casado:
Mi ambición será tratar a mi esposa de una forma que agrade a Dios.
Mi ambición será proveer a mi esposa de una manera que agrade a Dios.
Mi ambición será proteger a mi esposa de una manera que agrade a Dios.
Mi ambición será amar a mi esposa de una forma que agrade a Dios.

👉Si soy papá:
Mi ambición debe ser discipular a mis hijos de una forma que agrade a Dios. No agradamos a la psicóloga del colegio, no agradamos a los suegros. Agradamos a Dios.

👉Si soy un trabajador o un empresario.
Mi ambición es agradar a Dios con mi trabajo. Soy esforzado porque mi trabajo no es para el ojo humano sino para Dios.
Voy a pagar mis impuestos de una forma que agrade a Dios.

Consideraciones prácticas acerca de la ambición en los hombres.

1. Necesitas ambicionar ciertas cosas y huir de otras:

👉Qué debe perseguir un hombre de Dios con ambición santa:
Una vida justa.
Ser un esposo que ama como Cristo. Ef. 5:25
Ser un padre ejemplar. Ef. 6:4
Ser un trabajador esforzado. Col. 3:23
Ser un hombre que desgasta su vida al servicio del Señor en su iglesia local. Ro. 12:9-21

👉De qué debe huir un hombre de Dios:
Del amor al dinero.
De la inmoralidad sexual. 1 Co. 6:18
De poner a otras cosas en el lugar de Dios. Idolatría. 1 Co. 10:14
De la falsa enseñanza. 1 Ti. 6:20
De los falsos maestros. 2 Ti. 3:5
De los pecados juveniles 2 Ti. 2.22

2. Debes dejar de lado la idea de que la falta de ambición es igual a la humildad.

3. Necesitas ambicionar el llamamiento que Dios te ha dado y no el de otros.

El problema no es la ambición en sí misma, sino lo que ambicionamos. Dios ha creado al hombre para que sea valiente y fuerte. Debemos perseguir con ambición la voluntad de Dios y huir del pecado. Como hombres, estamos llamados a ser esforzados y valientes; a ambicionar lo que sea bueno para que nuestra vida sea de bendición para otros. No debemos codiciar el llamado de otros, sino enfocarnos en el llamado que Dios nos ha dado y llevarlo a cabo con toda nuestra fuerza para su gloria.
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