La promesa de Dios de nuevos comienzos - Pablo F. Sanchez Devocional Diario (31 de diciembre de 2024)
Buenos días, amados amigos. Hoy los invito a abrir sus corazones y mentes mientras profundizamos en la maravillosa promesa que se encuentra en Apocalipsis 21:5, donde la gloriosa voz de Dios proclama: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”. Esta afirmación no es solo una declaración; es una declaración divina de esperanza, renovación y transformación que resuena a través de los siglos.
Imaginemos, por un momento, un momento en el tiempo donde cada lágrima es enjugada, donde cada tristeza es reemplazada por alegría y donde las cargas de hoy se convierten en la belleza del mañana. En este versículo, encontramos el corazón de Dios, haciendo eco de Su compromiso eterno de hacer surgir la vida de la muerte, el orden del caos y la belleza de las cenizas.
Al reflexionar sobre esta promesa, vemos una visión del nuevo cielo y la nueva tierra, una restauración que no es meramente física sino profundamente espiritual. Dios, en Su infinita sabiduría, no se conforma con dejarnos en nuestro estado actual. Él desea elevarnos, insuflar nueva vida a nuestras almas cansadas, transformar nuestro dolor en propósito y nuestras pruebas en testimonio. Este es el plan redentor de Dios, orquestado desde la fundación del mundo.
En Isaías 43:19, Dios afirma hermosamente esta promesa, diciendo: “Estoy haciendo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo perciben?” Esta novedad se encuentra a menudo en los momentos ordinarios de nuestras vidas. Está en el acto de perdonar cuando estamos heridos; está en nuestra disposición a mostrar amor cuando nos sentimos no amados; está en nuestra capacidad de encontrar fe cuando estamos rodeados de dudas.
Es crucial reconocer que los nuevos comienzos de Dios a menudo surgen de las cenizas de nuestras experiencias pasadas. Mientras navegamos por las pruebas y tribulaciones de nuestras vidas, podemos fallar, pero nunca estamos perdidos. Dios camina con nosotros, instándonos a apoyarnos en Sus promesas.
¡Anímense, queridos amigos! El Dios que habló y creó la existencia todavía está trabajando en ustedes. El poder del Espíritu Santo está presente, moviéndose dentro de tu vida, encendiendo la pasión, renovando la esperanza e infundiendo paz. Acepta esta verdad: como creyentes, se nos promete no solo supervivencia sino avivamiento: nuestros espíritus recalibrados para alinearse con la voluntad perfecta de Dios.
En tu día, deja que el mensaje de Apocalipsis 21:5 resuene en tu corazón. Deja que te recuerde que siempre hay un nuevo comienzo esperándote, ya sea un nuevo trabajo, una relación restaurada o un amor más profundo por quienes te rodean. Dios es fiel y cumplirá cada promesa. Confía en que Su plan para tu vida va más allá de lo que puedes ver. Estás siendo transformado, renovado y hecho completo.
Oración basada en Apocalipsis 21:5
Padre Celestial,
Con gratitud en nuestros corazones, nos acercamos a Tu trono, reconociendo Tus promesas de hacer nuevas todas las cosas. Gracias por la esperanza que yace en la promesa de renovación y restauración. Pedimos tu guía mientras recorremos nuestras vidas, buscando alinearnos con tu voluntad y propósito. Ayúdanos a aceptar los cambios que traes, sabiendo que cada nuevo comienzo es un paso más hacia tu gloria eterna. Que podamos confiar en tu amor infalible, mientras esperamos con ansias las cosas nuevas que estás haciendo en nuestras vidas. En el nombre de Jesús, oramos. Amén.
Afirmación basada en Apocalipsis 21:5
"Afirmo de todo corazón que, por la gracia de Dios, soy continuamente transformado y renovado. Cada día, acepto la promesa de Dios de hacer nuevas todas las cosas en mi vida, confiando en que cada desafío que enfrento me está moldeando para un mañana más brillante. Con cada momento, estoy lleno de esperanza y resiliencia, porque Dios está eternamente trabajando dentro de mí".
Que este día esté lleno de la conciencia del poder transformador de Dios que trabaja dentro de ti. Amén.
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