opción muy barata consiste en guardar las monedas en cartones de mylar. Son los típicos cartoncillos cuadrados con una parte de plástico fino en el centro que permite ver la moneda. Tienen las ventajas de ser baratos, flexibles y ligeros, además de que se puede aprovechar el cartón para escribir datos sobre la moneda. Hay dos tipos de cartones: los que se cierran con grapas y los que se cierran con goma adhesiva. Los segundos son un poquito más caros, pero aislan mejor la moneda del exterior. Espero que a nadie se le ocurra ahorrarse dos pesetas comprando los de grapas y usando pegamento para cerrarlos, porque sólo se consigue que el adhesivo toque y dañe la moneda; ya se ha dicho que siempre hay que usar materiales que hayan sido creados expecíficamente para la numismática.
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