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Hubo un tiempo en el que las mujeres de medio mundo suspiraban por imitar la elegancia de Audrey Hepburn. Sólo ella era capaz de desplegar oleadas de glamour con estilismos tan desatados como los que lució en “Desayuno con diamantes”: pamelas imposibles, gafas gigantes, tiaras, boquillas de un metro de longitud, pañuelos en la cabeza... Cualquier prenda o complemento que Hepburn se ponía sobre su cuerpo lucía distinta y original. Ella fue, tal vez, la más icónica de las estrellas de Hollywood para la moda. De la mano de su mentor y amigo, el diseñador Hubert de Givenchy, protagonizó incluso varias portadas de la prestigiosa revista Vogue, un privilegio reservado a unas pocas elegidas. La edad de oro de las actrices pasó. En los noventa ya nadie quería ser como Ingrid Bergman y llegó el tiempo de las supermodelos. Claudia Schieffer, Naomi Campbell o Linda Evangelista ocuparon a un tiempo las pasarelas, las portadas y el imaginario de la moda mundial. Pero aquella fiesta también terminó y el hueco como dictadoras de tendencias fue asaltado por chicas que nadie había invitado a la fiesta. Sencillamente, se colaron.
Una de estas intrusas es Chiara Ferragni. A sus 29 años, esta italiana estudiante de derecho ha sabido aprovechar como pocos las posibilidades de Internet. En 2009 abrió un blog (The Blonde Salad) que muy pronto comenzó a contar sus visitas por cientos de miles. Si el término “influencer” (tan querido en los modernos departamentos de marketing) ha tenido alguna vez sentido, sin duda a quien mejor se le puede aplicar es a ella. Las marcas han entendido que aparecer en alguna de las publicaciones de Chiara Ferragni en cualquiera de sus redes sociales (en Instagram, por ejemplo, cuenta con 5,7 millones de seguidores) es una garantía para llegar a potenciales clientes. Dior, Hugo Boss, Chanel, Valentino, Burberrys... son habituales en las fotografías de Ferragni, así como su propia línea de calzado que ella misma diseña y comercializa.
Afincada en Los Ángeles, desde donde gestiona lo que ya se ha convertido en un gran negocio, Ferragni está considerada una de las personas más influyentes del mundo de la moda. En su opinión, la llegada de Internet y la aparición de las blogueras como fenómeno prescriptor, ha supuesto una democratización en las tendencias. Ya no son siempre los mismos quienes dictan los cánones. Y añade: “todo es bello si tienes confianza”. A ella, vistos los resultados, le sobra.
Texto: José L. Álvarez Cedena
#VodafoneOne
