En su consolidación como Ecociudad, el Distrito protege y conserva 2.862 hectáreas de ecosistemas estratégicos
- Durante esta administración, Medellín pasó de 13 a 16 reservas naturales.
- 4.000 recicladores recibieron fortalecimiento técnico para mejorar las condiciones de su oficio.
- Con la creación de la Subsecretaría de Protección Animal, Medellín garantiza el bienestar de las diferentes especies.
En la consolidación de Medellín como una Ecociudad, el Distrito aumentó las áreas protegidas al pasar de 13 a 16 reservas naturales y con un grupo de 37 guardacuencas se trabaja en la conservación de 2.862 hectáreas de ecosistemas estratégicos.
También se implementan acciones para la protección en 17.677 hectáreas con restauración, mantenimiento, monitoreo de biodiversidad y apropiación social en los cerros tutelares El Volador, La Asomadera, Nutibara, Picacho, Pan de Azúcar, Tres Cruces y Santo Domingo, así como en las áreas protegidas de las reservas forestales protectoras Río Nare y Regional Alto de San Miguel.
“En la consolidación de Medellín como una Ecociudad, le estamos entregando a la comunidad importantes resultados, como el aumento de nuestras áreas protegidas, lo cual nos permitirá la conservación de nuestros ecosistemas estratégicos y el hábitat de diferentes especies de fauna y flora. Formulamos el Plan de Acción Climática Medellín 2020-2050. Además, Medellín fue certificada por primera vez como una de las ciudades más arboladas del mundo y primera en el país en obtener bonos de carbono para la mitigación del cambio climático. Alcanzamos una reducción histórica de las emisiones de gases de efecto invernadero superiores a las 400.000 toneladas de CO2, una reducción del 6 % frente a 2019”, explicó la secretaria de Medio Ambiente, Vanesa Álvarez Restrepo.
Con una inversión superior a los $19.350 millones, los cerros tutelares del Distrito cuentan con actividades de gestión ambiental para asegurar su conservación y protección. Durante esta administración se han sembrado 180.000 árboles en zonas urbanas y rurales de la ciudad, que permiten aumentar la conectividad ecológica y aportan a mejorar la calidad del aire.
Los visitantes de estos ecosistemas estratégicos destacan el trabajo de conservación. Después de recorrer el Cerro Nutibara, Karina Fernández no solo resaltó la belleza, sino la limpieza y orden. “Podemos invitar a más gente a que venga a visitarlos, porque van a encontrar un lugar limpio y si van a traer residuos que se los lleven con ellos. Es súper lindo y se tiene una vista muy bonita de la ciudad. Es un lugar verde, muy bien cuidado y, aunque no he tenido la fortuna de ver mucha fauna, sí lo he visto bastante bonito. El compromiso es que mantengamos todo limpio y lo cuidemos para que más visitantes lo encuentren como lo encontramos nosotros”.
Medellín invirtió más de $50.000 millones en poda, limpieza de cauce, prevención de inundaciones y deslizamientos en 358 quebradas.
Dentro de las estrategias para enfrentar el cambio climático, la Administración Municipal firmó el Acuerdo de Acción por el Clima con las entidades que hacen parte del Sistema de Gestión Ambiental de Medellín (SIGAM), que entre sus propósitos apunta a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), una de las principales causas del aumento de la temperatura global del planeta. Igualmente, se formuló el Plan de Acción Climática de Medellín 2020-2050, que traza la hoja para el desarrollo de estrategias en la construcción de un territorio adaptado al clima y bajo en carbono y 235 empresas y entidades hacen parte del Pacto por la Calidad del Aire.
También se implementó la estrategia Escombros Cero “hacia una tácita de plata”, servicio gratuito de recolección de residuos voluminosos, Residuos de Construcción y Demolición-RCD, y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos- RAEES, a la que se han vinculado 32 pequeños transportadores y 41 motocargueros.
A través del Comité de Aseo y Ornato, este año se han realizado 170 intervenciones para un total de 550 durante la administración, lo que favorece el embellecimiento y mejoramiento de los corredores viales, el tramo del Tranvía de Ayacucho, los deprimidos viales, parques y espacios públicos. Se incluyen jornadas de educación y sensibilización ambiental con los líderes, comerciantes y la comunidad cercana a los sectores intervenidos, con un impacto en 25.255 personas, aproximadamente.
