Barcelona, 22 feb (EFE).- Aunque fue una noche más tranquila que las cinco anteriores, ayer volvieron a registrarse incidentes al acabar la protesta en favor del rapero Pablo Hasél.
Ocho detenidos, siete agentes de los Mossos heridos, destrozos en el material urbano y en establecimientos del Passeig de Gràcia es el balance de los actos vandálicos en el centro de la ciudad.
Sobre las siete de la tarde, varios centenares de manifestantes se concentraban ante la estación de Sants y recorrían pacíficamente hacia el centro de la ciudad.
Pero al llegar a Via Laietana, varios encapuchados se enfrentaron a la policía con lanzamiento de petrados, piedras, papeleras y botellas.
Actos vandálicos que volvían a repetirse en el Passeig de Gràcia, con el saqueo de tiendas y destrozos en lunas y aparadores.
Esta mañana, operarios han vuelto a limpiar las pintadas y a instalar pantallas de protección para evitar nuevos saqueos.
Un nuevo llamamiento de protesta se ha convocado para esta tarde.
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