Eduardo Barreiros (1919-1992) fue el mayor empresario privado del sector público automovilístico español de su época.
Nace en Gundiás, Nogueira de Ramuín, Ourense en el año 1919.
El 16 de marzo de 1954 constituye en Madrid la empresa "Barreiros Diésel, S.A.", con un capital social de 10 millones de pesetas (el mínimo exigido por la legislación en materia de sociedades anónimas).
La empresa nace para la fabricación de motores de tractores, camiones y maquinaria industrial.
Conocido como «el Henry Ford español» por su éxito en la industria automovilística, Eduardo Barreiros fue uno de los empresarios más importantes del siglo XX en España. Proveniente de familia fuertemente ligada al mundo de la automoción y la industria, Eduardo saltó a la fama bien joven al patentar la conversión de los motores de gasolina en motores diésel.
Su creatividad mecánica, sus excelentes dotes empresariales y la habilidad para superar adversidades le catapultaron al éxito en este sector. Comenzó transformando motores de gasóleo en Orense y ante la creciente demanda, decidió dar el salto a Madrid, se instaló en unas fábricas alquiladas en Villaverde y acabó fundando Barreiros Diésel S.A.
Su producto estrella fueron los camiones, aunque Barreiros Diésel llegó a fabricar autobuses, carretillas, tractores, vehículos militares, coches de lujo, motores marinos, etc. La división de opiniones y batallas internas con sus socios desembocaron en la dimisión de Barreiros como presidente de la compañía y el fin del imperio levantado.
Los avances mecánicos en la conversión de motores de gasolina en diésel supusieron los inicios de Barreiros Diésel S.A. en 1954. Ante las dificultades impuestas por el Instituto Nacional de Industria de cara a la fabricación de su propia línea de camiones, Eduardo Barreiros encontró en Portugal un salvoconducto para vender los camiones equipados con su potente motor EB-6.
Dado el creciente éxito vendiendo vehículos al ejército luso, el Gobierno de Franco acabó concediendo la licencia de comercialización de camiones. De esta forma llegaron a disputarle el mercado nacional a Pegaso, marca líder de la época. Barreiros Diésel comenzó a crecer y diversificó la producción con la fabricación de tractores y coches. Para hacer frente a este reto, Eduardo se vio obligado a hacer una ampliación de capital.
En 1963 Barreiros Diésel S.A. vende el 35% de las acciones de la empresa a la corporación americana Chrysler, que llega a invertir 1.000 millones de pesetas en las nuevas instalaciones. Los primeros años de esta sociedad, la renovada Barreiros Chrysler el pico de éxito con 25.000 trabajadores en plantilla, una fábrica de 2 millones de metros cuadrados, exportaciones a 27 países y una facturación de 7.000 millones de pesetas al año.
Dentro de la heterogénea producción industrial se pueden encontrar los tractores, maquinas dotadas de un motor muy parecido al que portaban los camiones. Éste era uno de los sectores más rentables de Barreiros Diésel S.A. favorecido por las necesidades de mecanizar el campo español. Al igual que ocurrió con los camiones, la empresa tuvo muy pocas facilidades por parte del Gobierno para conseguir la licencia de fabricación.
Ещё видео!