EVANGELIO DEL SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA, 9 DE MARZO 2019-CICLO C: Lc 5, 27-32: «JESÚS ES EL PECOS BILL MODERNO». ¿Te parece extraña esta afirmación? Pues, a mí también. Pero con todo respeto me atrevo a decirla refiriéndome a Jesús. Porque de Pecos Bill se dicen muchas cosas, pero una de ellas es que a los siete años logró en Texas matar un búfalo y su fama de buen cazador se siguió extendiendo, tanto que no quedó en Texas búfalo alguno. Todo porque donde ponía el ojo, ponía la bala. Así es Jesús, donde pone el ojo pone la bala. Así es como Jesús conquista a todos los que se dejan. A Mateo le echó el ojo y lo cautivó poniéndole la bala donde duele: el corazón.

JESÚS NOS CAUTIVA AHÍ EN EL CORAZÓN. Así cautivó a Mateo, que no era tan malo aun siendo publicano, y con ello gozando de mala fama. Pero era bueno, tanto que DEJÓ TODO, SE LEVANTÓ Y LO SIGUIÓ. Mateo no podía decir que no a Jesús que le llamaba... Jesús no se deja llevar por las apariencias y cruza su mirada con la de Mateo. Y en este cruce de miradas mutuas, Mateo se sintió profundamente amado. Y, cuando uno se siente amado, responde con sencilla facilidad. Pero, en esta situación se dio la crítica hacia Mateo.

SIEMPRE PUEDE HABER CRÍTICA DE LO QUE HACEMOS. ¡Qué bueno que Mateo no se dejó llevar por lo que dijeran de él! Otra lección maravillosa para los que queremos seguir a Jesús, y aprender a seguirlo sin importarnos qué llegue a decirse de nosotros. Aquí vale el dicho: "Ande yo caliente, ríase la gente". Y Mateo, en su alegría que no podía contener, supo disfrutar de Jesús en aquella ocasión, brindándole un banquete. Y su alegría era para compartir, porque invitó también a sus amigos, que se volvieron en criticones... Pero, Mateo estaba igualmente feliz. No era para menos. Tenía en casa a Jesús. Pero, Jesús aprovecha también la situación, como siempre, y nos da la tercera lección...

Dios quiere ganar el corazón de todos pero: DIOS VIENE SOBRE TODO POR EL ENFERMO, ya que éste es el que necesita del médico... Me gustan siempre las ondas de Dios. Y me gusta que a todos nos gusten las ondas de Dios, para que Jesús, que pone su corazón para salvarnos, nos toque el propio corazón y terminar así siendo salvados por Él. Voy a poner a todos en mi oración y en el Corazón de Jesús, LA EUCARISTÍA. Un abrazo en el Señor, P. Salvador Gómez, L.C.

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