La paciencia es una de las excelencias del carácter de Dios que lo faculta para soportar el agravio de los pecadores hasta el día de la manifestación de Su ira, pero también para hacer notoria la riqueza de Su gloria al extender Su misericordia sobre aquellos pecadores de quien quiso tener misericordia (Rom 9.22-23). El objetivo de la paciencia de Dios era la cruz de Cristo. Allí él mostró Su misericordia al derramar todo el ardor de Su ira sobre Su propio Hijo “para que todo aquel que en Él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn 3.16). La segunda venida de Cristo marcará el fin de la paciencia de Dios, pero mientras tanto Él “no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2Ped 3.9).
Ещё видео!